Dark Web Battle

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Con algo de hartazgo después de viajar en el interior de la gigantesca ballena, el trío se despidió de esta, quien mencionó que extremaran precauciones, a causa del área que pocos se han atrevido a visitar.

—No olviden buscarme si necesitan algo... ya saben cómo encontrarme— dijo la Whamon con su amable y profunda voz mientras se marchaba.

—Y bien... nunca había estado en este lugar homies, pero... no me siento del todo seguro—

—Yo tampoco... debe ser la proximidad que hay con ese lugar al que llaman Dark Area, ¿qué te parece a ti Beelze... Beelze?

Ambos miraron un par de pasos atrás, el demonio no les seguía mientras caminaban para inspeccionar el área, el pobre se encontraba inclinado vomitando un líquido lumínico.

—Malditos ángeles...—

—¿Supongo que ya te sientes mejor?— preguntó Leomon en tono chusco, la escena le parecía bastante divertida.

—Ese pinche angelito te la aplicó homs...— agregó el caballero con asombro al ver los malestares de su compañero.

—Ah... ya estoy mucho mejor parece que fue algo momentáneo, ese bastardo me las pagará—

El trío siguió caminando poco más de un kilómetro, el panorama era muy diferente a todo lo visto antes, solo había oscuridad y la arena azulada por la que avanzaban. Poco podía distinguirse el camino sino fuera por una especie de medusas que se paseaban por el lugar y corales en forma de árbol que brillaban como si fueran linternas, se encontrarían en la oscuridad absoluta del fondo del Net Ocean.

—Conque la entrada al Dark Area— Gankoomon sonrió con cara dura, algo le alteraba los nervios.

—¡Esperen!— Beelzebumon detuvo a sus amigos —No den ni un paso más, creo que ya llegamos...—

—¿Será este el lugar que buscamos?— Leomon sujetó una de las medusas y la paseó delante de él.

Frente a ellos se encontraba una enorme grieta que no permitía el paso, era tan profunda que aun con los corales lumínicos se desvanecían en la oscura profundidad que descendía.

—Esta debe ser la ruptura, la entrada al infierno— repuso Leomon pensativo.

—Es enorme, ni siquiera puedo ver el otro lado del camino, si esto lo hizo un digimon debe ser una chingadera más fuerte que nosotros— dijo Gankoomon mientras se persignaba dibujando una cruz imaginaria sobre sí y el felino lo miraba arqueando una ceja —Santa madre de Jesús... —

—Nunca entiendo a este sujeto... ¿Qué dices Beelze, entramos?... ¿Beelze?—

El demonio se encontraba mirando absorto el abismo, parecía como si en ese momento todo rastro de consciencia en sí hubiera desaparecido, escuchaba voces y veía figuras que no podía distinguir que lo incitaban a bajar. Asomándose hipnotizado, el demonio estaba dispuesto a bajar pero repentinamente sus amigos lo estiraron "¡Cuidado!" gritaron ambos y una violenta explosión de energía oscura emergió desde el abismo casi como si fuera un volcán haciendo en erupción.

El estallido los mandó a volar metros atrás y de entre la energía oscura de tono violeta, cinco sujetos salieron con tranquilidad como si acabaran de tomar un ascensor y hubieran llegado al piso deseado.

Uno de ellos que aparentaba llevar el liderazgo pues estaba unos pasos frente a los demás era enorme y de apariencia muy fuerte, cuadrúpedo y con fuertes garras en cada pezuña estaba cruzado de brazos agitando sus alas negras, este lucía tan imponente pues su cabeza parecía un cráneo de acero con enormes cuernos, su nombre era Gulfmon.

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