Demon Lord

A Friend in Need

Cargado como si fuera un costal, Vamdemon pendía sobre el hombro de su viejo amigo que de ser otro quien lo llevará a cuestas en ese estado, le habría sido muy embarazoso, pero no, se trataba de Leomon a quien respetaba con franqueza como a pocos. Estaba consciente pero no tenía fuerza para mover un solo musculo, el dolor había desaparecido y por fin sentía descanso.

Las circunstancias eran extrañas, el último que lo había rescatado de estar en aprietos fue aquél viejo amigo, su único súbdito que de verdad le apreciaba incondicionalmente y más allá de la admiración o cualquier conveniencia, tanto así que su sacrificio lo había llevado a digievolucionar. Después de eso solo había experimentado otra conexión con su tamer en el mundo análogo, pero eso era algo muy aparte. Tenía amigos y se sentía afortunado al ver cómo cuidaban de él de la misma forma que aquel fantasma que se había sacrificado en el pasado.

—Gracias... ojalá al menos pudiera caminar, no quisiera ser molestia—

—Ya has hecho suficiente. Aún seguimos sin saber cómo es que sigues vivo—

—No creí que Piemon de verdad pudiera traer a Voltobautamon— comentó Jijimon mientras agitaba su bastón para abrir otro portal—

—Pensé que podría vencerlo...—

—Yo también creí que podrías, pero me di cuenta de que subestimé la situación, jamá imaginé que realmente pudiera convencer de unir fuerzas al Vamdemon en turno de Dark Lord Mansion, pero afortunadamente me reencontré con Bancho Leomon que al igual que tú, lleva su propia búsqueda y acababa de regresar—

—Así es... el viejo ha sido de gran ayuda. Justamente como tú, también estuve en el mundo análogo y conocí el inmenso poder de los humanos, pero al regresar a mi lugar de origen era un caos—

—Nunca hubiera imaginado que también pasaste por algo así... el mundo análogo, los humanos.— dijo Vamdemon extrañado.

—Oh sí... el mundo de los tamers es una locura. Sé que estuviste en Inglaterra, pero a diferencia tuya, estuve en Japón—

—Comprendo... sé que ese lugar es importante—

—¡Claro que lo es! Pero hay cosas más interesantes qué tratar, debemos ir a File City a poner en orden todo—

—Es cierto... ¿qué sucede en esa vieja ciudad?—

—El Elder Jijimon que estaba a cargo antes falleció mientras yo me encontraba en el mundo análogo. Cuándo regresé con Cherrymon este ya había alcanzado esta etapa, le comenté la situación de la ciudad y decidió ir a tomar el timón.—

—Así es...seré más útil en la ciudad que recluido en un bosque— Agregó rascándose la cabeza Jijimon mientras inspeccionaba la grieta dimensional recién abierta —Está lista muchachos, es hora de irnos—

Aún con Vamdemon a cuestas, el trío se introdujo en el portal que los dejó con sólo un paso, dentro de una casa sencilla pero bien ordenada y en excelente estado. El hogar del viejo era acogedor y se encontraban dentro algunos digimon en etapa Baby que celebraron la llegada.

—Leomon lleva a nuestro amigo al área de descanso, necesita recuperarse. Tomará buen tiempo que lo haga completamente—

—¡Hai!— respondió enérgico el león reacomodando sobre el hombro a su amigo vampiro algo confundido al escuchar la expresión en japonés de Leomon.

—¿Hai?—

—¡¡Haii!!— respondió contento y todavía más enérgico el felino.

Vamdemon no pudo evitar reír un momento por lo gracioso que le parecía cómo era tratado y la notable influencia de la cultura japonesa en Bancho Leomon por haber estado tanto tiempo en ese pais. La vida no era tan mala, aun en ese estado tan deplorable, tenía amigos de verdad. Finalmente fue recostado en una cama dentro de una amplia habitación detrás del recibidor por donde habían entrado y lo último que vio fue a los pequeños digimons cómo le miraban intrigados y a la vez contentos poco antes de dormir.