El origen de un mal necesario. Camino de un pequeño rebelde en busca de algo más por los rincones del mundo digital.
Este fanfic tiene su modo de rol, puedes encontrar al personaje principal en twitter @vamdelord y divertirte con él. Su escenario e...
—...¿Acaso estoy muerto? No puedo ver... nada y tampoco...sentir— —¿Ya despertaste?— preguntó una voz que Vamdemon difícilmente entendió. —¿Eh...? ¿Lisa?... —¿Lisa? Mhm... No conozco a ese digimon —respondió un ser hecho completamente de nieve, parecida a un oso, su nombre era Yukidarumon.
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Vamdemon poco a poco recuperó el conocimiento, miró a su alrededor y notó que se encontraba tendido en una cama junto a su acompañante dentro un iglú, que a pesar de la construcción rudimentaria tenía buen diseño de interior, la mayor parte de las cosas estaban construidas de hielo, especialmente la fornitura.
—¡¡Genial, despertaste, amigo!!— dijo el oso entusiasmado —Estaba recolectando los pocos frutos que se dan por aquí y confundí tu cabello con estos— agregó riendo simpáticamente — ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?— —¡Tres días! Estabas en muy mal estado, creí que podrías morir en el trayecto mientras te cargaba a mi casa— dijo apenado Yukidarumon . —Estoy en deuda contigo... considérame tu amigo para siempre— dijo Vamdemon sonriendo con gratitud. —Trata de descansar más, aún no estás del todo bien— El nuevo amigo ofreció un taza de té tibio —Disculpa sino está del todo caliente, el fuego y yo no somos muy buenos amigos— — Es... perfecta— agradeció Vamdemon mientras lo bebía como si de tratara de un manjar. Había peleado durante tanto tiempo que olvidó lo que era descansar tranquilamente y disfrutar de los pequeños detalles.
Su cabeza la daba vueltas; Lisa, Demon, Homeostasis, el mundo humano y como veces, anteriores, otra experiencia más, cercana a a la muerte. Curiosamente esto último no lo impactaba tanto, comenzaba a hacerse costumbre.
Pasaron varios día más y Vamdemon se recuperaba gradualmente gracias a los cuidados de Yukidarumon .
—Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, ¡es más, puedo ayudarte a construir una casa como la mía y podríamos ser vecinos!— sugirió muy entusiasmado el oso de nieve. —Agradezco mucho tu amabilidad, amigo, pero... tengo muchos asuntos pendientes— dijo con desánimo Vamdemon, ante la amable oferta. Aparte de que era verdad, el frío en ese lugar era muy fuerte y a pesar de que estaba envuelto en pieles que le había conseguido su amigo para sobrellevarlo, de todas formas le afectaba. —Me imagino... eres un Vamdemon, ustedes tienen muchos secretos— dijo con asombro —No preguntaré por tu pasado, pero de verdad espero que todo marche bien.
El vampiro asintió sonriendo con la cabeza. La amabilidad de Yukidarumon era tanta que le sorprendía, no muchos lo habrían ayudado por su clase de naturaleza, oscura, sin embargo, este digimon de nieve tenía un corazón enorme.
Pasaron algunas semanas más y Vamdemon había recuperado su fuerza completamente, ayudaba a Yukidarumon con sus labores, pues este se dedicaba a la carpintería y la fornitura que hacía no sólo era de hielo, sino de maderas preciosas que conseguía talando en los alrededores.
Cierto día el ruido de la tala de árboles atrajo la atención de un digimon que estaba a lo lejos, se tragaba de un Blizzarmon, un enorme mamífero que asemejaba a un gorila con cara de oso, portaba un par de hachas gigantescas y su semblante era algo hostil.
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