Kaladin x Lectora || One Shots

• Besos nocturnos.

Kaladin y yo nos conocimos en un buen momento. Si es que hay cosas buenas en la guerra.

Me lo presentaron los chicos de Puente Cuatro una noche que vinieron a mi taberna.

- ¡_____! -gritó Roca.- ¡Ven aquí con nosotros!

Yo salí de detrás de la barra para ir a saludar a mis chicos. Los conocía de hacía unas semanas y eran maravillosos.

- ¡Trae bebida! Voy a ganar a Roca en una competición -me dijo rápidamente Lopen.

Asentí con una sonrisa.

- ¡_____! -dijo Moash.- Hoy Kal también va a beber.

Exageré un aplauso.

- ¿En serio?

Miré al nombrado.

Él gruñó en respuesta. Juraría que estaba sonrojado.

Todos echaron a reír y yo me alejé de la mesa. Con mi mano segura y mi mano libre cargué dos bandejas llenas de cervezas de malta.

Llegué a la mesa de los chicos del puente.

- Hay una cerveza de más -dijo Sigzil.

Alcé una ceja.

- ¿Acaso no tengo derecho de tomar una copa con vosotros?

Todos parecieron alegrarse. Era cierto que eso no era nada femenino. Pero yo no pretendía serlo. Sí, yo llevaba la mano segura cubierta, era una mujer, pero también era feliz con mi taberna y mis amigos.

Y a ellos no parecía importarles que yo era una mujer. Bueno... algún comentario me habían hecho, pero nada molesto.

Dejé las bandejas sobre las mesas y empezaron a servirse bebida entre risas.

Todos me ofrecieron sitio para sentarme. Yo escogí el que me convino: al lado de Kaladin.

Moash, a mi otro lado, brindó conmigo. Todos lo hicieron.

- Kaladin -susurré mientras los demás conversaban. Yo tenía una buena relación con Kaladin. Era frío. Pero no solo conmigo. Lo era con todos. - Estás muy serio ¿pasa algo?

Kaladin me miró y gruñó. Se echó levemente hacia atrás, apoyando su espalda a la pared.

Entendí eso como un no.

A veces él contestaba. Incluso había intervenido un par de veces hablando. Pero ese día parecía reacio a hablar.

Al cabo de un rato mi compañera camarera se quejó de que yo estaba sentada.

La miré.

- ¿Estás celosa porque estoy rodeada de hombres? -grité con una sonrisa. Ellos echaron a reír.

- En fin -suspiré. - Vuelvo luego.

- ______ -dijo Lopen.- Trae más. -levantó su copa.

- Bien -asentí y así lo hice.

Luego fui a sentarme detrás de la barra y empecé a cortar un poco de comida.
Oí vitores más allá de la sala y levanté la cabeza.

Kaladin se estaba acercando.
Escondí una sonrisa y volví a mirar lo que hacía.

El hombre se quedó de pie delante de la barra.

- ¿Kaladin? -susurré cortando un tomate.

- Venía a pedir otra cerveza.

Asentí y sonreí levemente.

- ¿Para ti?

Él asintió. Terminé de cortar el tomate y me limpié las manos.