Nuestros ojos se encontraron y me le quedé viendo embobado por lo precioso que era.

Solo podía haber un pensamiento en mi mente.

--Yeonjun --llamé, mas salió como un susurro porque su sola presencia me hacía olvidar como respirar correctamente.

--Binnie... --enunció como incitándome a seguir, sus muñecas relajadas se apoyaron en mis hombros al mismo tiempo que veía como sus ojos obtenían un brillo precioso.

Quiero estar contigo para siempre.

--¿Podemos volver a lo de antes?

Ladeó su cabeza luciendo confundido por mis palabras.

--¿Lo de antes?

Asentí sin vacilaciones.

--Si antes pudiste convertir una noche en dos años, ¿crees ahora poder hacer lo mismo?

--¿C-cómo?

--Quiero que tengamos una vida normal, Junnie, así como antes que pasábamos semanas, meses juntos... Quiero pasar las siguientes noches como años a tu lado, ¿es posible? No quiero sentir que estas citas son temporales. Yo... cada vez las siento más cortas, no es suficiente...

Y como si nada su carita apenada volvió.

--No puedo hacer eso ya, Binnie, lo siento --murmuró cabizbajo --. Me encantaría, lo sabes, pero no puedo.

--¿Por qué?

--Ahora que eres consciente del tiempo, si intento hacer eso, será muy obvio, además que puedo afectar tu realidad, la verdadera, la del mundo real. No quiero hacer eso.

--¿Cómo sería obvio?

Yeonjun cerró los ojos y exhaló.

--Mira.

Se supone que eran las 4:00 de la tarde cuando Yeonjun llegó a mi mente. Se supone, porque de repente se hizo de noche, en literalmente, un santiamén.

Quedé estupefacto.

--¿T-Tú hiciste eso?

Mi pregunta era tonta, claro que él lo había hecho, pero una cosa era verlo crear cosas pequeñas y otra totalmente diferente era verlo controlar el cielo a su antojo como si fuese Dios.

Con cada tic tac del reloj, pasábamos a un cielo diferente. En cinco segundos ya había visto el atardecer y sus colores cálidos dos veces, el anochecer oscuro bañado de estrellas, y el amanecer difuminado por las nubes nacientes. Era increíble, una obra de arte vívida.

--Lo que acabas de ver --explicó --, equivale a lo que era un día común para nosotros, antes de que enteraras por supuesto.

Solo pude balbucear, porque además de que seguía perplejo, no tenía las palabras.

--P-Pero, ¿cómo afecta el que me enterara?

--Tu cerebro ya tiene bien presente que esto no es real, así que simplemente lo mira como siempre fue: una mentira.

Jodidamente detesté como sonó eso. ¿La peor parte? Era verdad.

Para desviar el tema lo abracé por la cintura e hice que apoyara su barbilla en mi hombro.

--Da igual, lo importante es que podemos pasar tiempo juntos.

Escuché un adorable sonidito de afirmación que me dejó más tranquilo.

--¿Cuánto tiempo me queda para despertar?

--Como unas dos horas.

--Vamos de compras entonces --Me separé del abrazo y me puse de pie, listo para aprovechar nuestro tiempo juntos --, no hay que perder tiempo. Quiero sentirme como un niño millonario por una vez. Quiero sacar todo lo que quiera de las tiendas como tú hacías, sin restricciones.

YUANFEN [Yeonbin/Soojun]Where stories live. Discover now