Overlord: La niña y el nigromante

Parte 46

Las tropas del reino santo habían sido instruidas para mantenerse alejadas tanto de la pista como del área de monitoreo, aunque se le había permitido a la unidad especial de Neia acercarse para vigilar el lugar.

-Buen día Mayor Degurechaff-

La voz en cuestión pertenecía a uno de los subordinados de Neia, aunque aún no podía memorizar su nombre.

-Buen día, necesita algo?-

Aunque no le gustaba ser tan cortante, tampoco quería ganarse una fama de grosera por no recordar los nombres de la gente a su alrededor.

-La Capitana me envió para avisarle que el Rey hechicero ya se encuentra en el nuevo campamento-

-Entendido, me dirigiré hacia allá de inmediato, gracias por notificarme-

A la voz de Tanya, el hombre dio una ligera reverencia antes de regresar caminando al bosque.

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Ains analizaba la nueva base creada por el 203, era modesta y bastante llena de maleza, aunque esto probablemente se debía por motivos de camuflaje, la verdad a Ains le agradaba ver ese grado de tácticas en acción, ya que normalmente se veía obligado a llevar a cabo combates con estrategia militar medieval.

A su alrededor, un pequeño numero de personas del imperio y no muertos se había reunido, inclinándose a su ser en un acto de respeto, cosa que el overlord ignoró a fin de seguir explorando el campamento.

Decir que era modesto era poco, no contaba con un comedor como tal, las tiendas eran calurosas y estrechas, cualquier torre de radio o radar estaba bien oculta entre arboles y hojas, pero lo que mas le llamaba la atención a Ains era la falta de defensas.

"En un enfrentamiento contra un enemigo inteligente, la retaguardia es un punto clave a fortificar, facilmente alguien podría infiltrarse y causar estragos en este lugar...me pregunto si Tanya ya lo a notado?"

Pensando en calma, del cielo aterrizó tanto la propia Tanya como Mare, que inmediatamente corrió al encuentro de su señor a diferencia de su acompañante, que caminó tranquila hasta el lugar.

-A...Ains-sama, c...como podemos servirle?-

-Mare, un gusto verte nuevamente, solo pasaba para comprobar si la tarea que les di estaba completa-

-Todo está listo Ains-sama-

-Es como Mare dice, todo esta en orden y listo para la llegada de refuerzos Ains-sama-

Tanya finalmente se había unido a la conversación, agregando de forma discreta su necesidad de refuerzos en sus palabras.

-Umu, me gustaría ver el aeródromo para asegurarme de que sus dimensiones son las correctas-

-C...como desee, Ains-sama!-

A la emocionada voz de Mare, Tanya secundo con un simple "Si" antes de que el par de nazarick lanzara fly y emprendiera su camino hasta el punto designado, siempre seguidos por Tanya, que actuaba como su escolta.

Al llegar, Ains no pudo evitar notar que era algo diferente a lo que él esperaba.

-Hmm...-

-Sucede algo Ains-sama?-

Preguntó Tanya 

-No...no esperaba que las pistas estuviesen colocadas de esa manera-

Mirando el acomodo del aerodromo, las pistas eran 4 en total, pero estaban acomodadas en pares que viajaban paralelas una a la otra antes de encontrarse todas al final, formando una pequeña “V" al final