Wei Ying y Jiang Cheng se encontraban en la situación de representar a su secta en la competencia anual de Laling Jin, donde debían demostrar sus destrezas en las seis artes.
A pesar de que esta competencia era una tradición para evaluar el progres...
— ¿Hermano? — Lan Qiren, llamó, esperando que su hermano contara lo que sucedía.
— El cuerpo de Su Minshan desapareció, nuestros discípulos estaban por trasladarlo, cuando descubrieron que todo lo ocurrido hasta momentos atrás, fue una ilusión — informó.
— ¿A qué se refiere? — preguntó Jiang Cheng, frunciendo el ceño, esto provocó que su entrecejo se marque.
— ¿Padre por qué dice eso? — preguntó Lan Xichen.
— En el lugar donde estaba el cuerpo del discípulo, se halló este muñeco y este talismán — explicó — Temo que todo fue una distracción, para que el verdadero Su Minshan huyera —
— ¿Cómo puede ser posible si yo mismo lo asesiné? — preguntó Jiang Cheng frunciendo el ceño mientras su rostro se oscurecía.
— Tiene razón joven maestro Jiang, nosotros estuvimos presentes — Qingheng-jun intentó forzar una sonrisa — Pero todo indica que fuimos engañados por aquel talismán de ilusión — frunció el ceño.
— Hermano, debemos estar más atentos con los discípulos y vigilar si hay comportamientos sospechosos entre ellos — propuso Lan Qiren.
— Tío tiene razón, padre, creo que debemos mejorar la seguridad de la secta — Lan Xichen observó a su padre — No sabemos lo que en verdad planea Su She —
— Hermano tiene razón, padre — Lan Zhan apoyó a la idea de su hermano.
— Atraparé a ese discípulo y cuando lo haga, él rogará por su vida — Jiang Cheng habló tan fríamente que puso nervioso a más de uno. El doncel Jiang, sin duda no era un doncel común.
— Joven maestro Jiang, sé que usted, tanto como nosotros, quiere atrapar a Su Minshan y condenarlo por su deslealtad, engaño y traición, pero agradecería que, si llega a atraparlo primero, pueda avisarnos y ponerlo bajo nuestra custodia, al pertenecer a la secta Lan, debe afrontar los castigos correspondientes a las reglas que ha roto con su actuar — pidió el líder Lan.
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Casi dos semanas habían pasado, Wen Ruohan no había pedido la presencia de Wei Ying en ningún momento, en cambio, solo enviaba regalos, ya sean vestidos, maquillaje, perfumes o accesorios.
El líder Wen estaba ocupado con las situaciones adversas que se estaban desarrollando al norte de Qishan, ciertamente era por su causa de gobernar todo el mundo del cultivo y convertir a su secta en la única y más importante de todas.
La junta de ancianos estaba presionándolo para que detenga la invasión a las pequeñas sectas del norte de Qishan, aunque muchas de estas se habían rendido y sometido a la secta Wen, otras habían hecho lo que podían por huir o luchar en oposición al destino que les tocaría vivir, si quedaban bajo el poder de Qishan Wen, serían usados cómo soldados de guerra, los separarían de sus familias, nada bueno traería el someterse a ellos, pero si no lo hacían serían atacados con más fuerza y quien sabe serían borrados de la faz de la tierra sin dejar algún sobreviviente o siquiera algún recuerdo de que alguna vez existieron.
