— ¡Qué se jodan! ¡Son todos unos imbéciles! No sé si piensan con el culo o qué... — el rubio sostuvo la mano de Taehyung y lo miró a los ojos — Estoy aquí para ti, ¿sí?

— ¡Dios, eres tan dulce! — el menor se apoyó con cuidado en el pecho de Agust, escondiendo su cabeza y dejando un beso en el cuello contrario — ¿Por qué no te conocí antes? Todo hubiera sido tan distinto... — susurró con pesar y sintió como el mayor lo abrazaba — Como te decía, voy a tener que concentrarme en tramitar los papeles de divorcio, no puedo permitir que el hijo de puta se quede con algo mío, tanto que me costó conseguir todo lo que tengo, no voy a dejar que me quite nada... ni un maldito dólar...

La mirada del menor se posó en los ojos contrarios. Qué hermoso eran esos ojos gatunos, podría verlos por siempre.

— Creo que con las fotos que me mandó Chungha será fácil de demostrar su adulterio y así hacer que pierda el derecho a mis bienes...

— Dijiste... ¿Chungha?

— Sí, fue mi ama de llaves, ella fue quién hizo que yo descubriera el engaño de Bogum y luego me mandó muchas fotos como pruebas... a veces la extraño...

— ¿La extrañas? — la voz del rubio y su semblante habían cambiado, pero el menor no fue capaz de percatarse porque duró apenas unos segundos.

— Ujum, era muy carismática y se fue, hizo que descubriera todo y no volvió más a mi departamento... supongo que no quería que Bogum la viera, como si él supiera que fue ella quien descubrió su engaño. — Taehyung soltó una carcajada amarga.

¿Qué mierda hacia Chungha con Taehyung?

Hace mucho tiempo no sabía de ella, nadie fue capaz de encontrarla por más que intentaron.

Pero no era momento de pensar en ello, ya luego se encargarían de ese tema sin resolver. Ahora solo importaba el menor que tenía a su lado.

— Entiendo, seguramente volverá a aparecer, no te preocupes... — el rubio apretó el agarre en la mano de Taehyung, sonriendo — ¿Qué te parece si hoy salimos a relajarnos antes que te ocupes y no tengas tiempo ni para respirar?

La mañana del Taehyung fue increíble.

Siempre había querido ir a un parque de diversiones, subirse a los juegos mecánicos y poder sentir toda esa adrenalina en su cuerpo.

Así que cuando el mayor le abrió la puerta en el estacionamiento y vio donde se encontraban, sonrió a lo grande y fue a abrazar al rubio.

— ¡Gracias! Siempre quise venir a uno de estos lugares... — se separó del mayor, tomando su mano e ingresando al lugar.

— ¿Nunca has venido a uno?

— No... cuando era pequeño mi abuelo no me dejaba salir mucho, desde temprana edad me estuvo instruyendo en los negocios de la familia, fuera de eso me dejó tomar las clases de defensa... No tuve mucha infancia, por no decir nada, quizás por eso fue mi etapa de rebeldía en la secundaria, ya sabes, los golpes, peleas y...

— ¡Los baños! — completó el mayor riéndose.

— ¡Exacto! Pero basta de hablar de eso, vamos, siempre quise subirme a una montaña rusa.

Agust tenía la costumbre de ir a este tipo de parques, cada que podía iba a ahí a distraer su mente y también tener otro tipo de adrenalina, no la que obtenía en su trabajo, sino una más sana, menos peligrosa, pero igual de emocionante.

Ahora era mejor, se encontraba en uno de sus lugares favoritos junto a Taehyung. Ese hermoso hombre de piel morena que había entrado a su corazón y vida sin previo aviso, poniendo toda sus reglas de cabeza, haciendo latir su corazón con solo una sonrisa.

I SEE RED | YOONTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora