20. 𝒰𝓃 𝓁𝒶𝓂𝒷𝑜𝓇𝑔𝒽𝒾𝓃𝒾 𝓎 𝓊𝓃𝑜𝓈 𝓉𝒶𝒸𝑜𝓃𝑒𝓈 𝓇𝑜𝒿𝑜𝓈

Start from the beginning
                                    

- Si llego a saber que ibas a tomar el sol sin la parte de arriba del bikini, hubiera llegado antes -me dice acercándose hacia donde estoy. Me incorporo para que pueda ver que, efectivamente, no llevo nada que cubra mis pechos

- Te mandé una foto con el bikini encima de la cama diciéndote que no me lo iba a poner, no sé de qué te sorprendes

Carlos se sienta a mi lado en la hamaca. Pone una de sus manos en mi cuello y une su boca con la mía en un ardiente beso que hace que una corriente eléctrica atraviese mi piel. Sus labios se mueven ansiosos contra los míos y su lengua se cuela en la cavidad de mi boca buscando la mía. 

La yema de sus dedos recorren uno de mis pezones haciendo que un ardiente deseo por él crezca en mi vientre. Esa mano en mi pecho me quema. Me hace querer arder en su infierno.

- Esto es mejor que una jodida foto Valeria

Carlos está delante del espejo abrochándose los botones de su camisa blanca

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Carlos está delante del espejo abrochándose los botones de su camisa blanca. Lo abrazo por detrás poniendo mis manos delante de su estómago. Él deja lo que está haciendo y se agarra a mis manos mirándome a través de nuestro reflejo. Durante unos segundos sólo hacemos eso, mirarnos. Y lo que me hace sentir con esa mirada es muy difícil de explicar porque son muchas sensaciones de golpe.

- ¿Qué te ha dicho tu abuelo?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- ¿Qué te ha dicho tu abuelo?

- Está muy emocionado por venir. Aunque he tenido que prometerle que lo llevaría a su pueblo para que intente buscar a sus primos. Dice que no quiere morirse sin verlos

Mi abuelo es un dramas. Lo es. Lleva dos años diciendo y haciendo cosas por si se muere. Y aunque ya es algo mayor, no lo veo yo todavía con un pie en la tumba.

Carlos se da la vuelta y pone sus manos en mi cintura. Nos miramos los dos sin decirnos nada. A veces no nos hace falta ni hablar para saber lo que pensamos. Una de sus manos me aparta el pelo de la cara y acerca sus labios para darme un pequeño beso.

- Gracias por quedarte conmigo estos días Valeria. Tengo que admitir que me encanta la idea de tenerte tan cerca

Aprieto mis labios intentando esconder una sonrisa, pero, como sé que no voy a poder, acabo besándolo. Disfruto de sus labios. Del sabor de su boca. Una de sus manos baja lentamente por mi espalda desnuda hasta posarse sobre mi cintura. Todo ese recorrido, el de sus dedos en mi piel ha hecho que mi cuerpo sufra un pequeño temblor. 

55LOVE (Runner 1)Where stories live. Discover now