19. 𝐸𝓈𝓉𝒶𝓂𝑜𝓈

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- ¿Crees que me haría el rissotto si viene? -le pregunto guiñando uno de sus ojos.

- Seguro que si -me contesta ella. 

Valeria vuelve a mirar su móvil y se muerde los labios mientras contesta con rapidez los mensajes. Me contó que su padre murió cuando ella tenía 2  años y que su abuelo es quien la ha criado. Y que parte de culpa de que ella sea lo que es, la tiene él. Me quedo mirándola unos buenos segundos y un escalofrío recorre mi cuerpo. Porque se siente bien estar así con ella. Porque no me estoy comiendo la cabeza por tonterías, y porque si, me estoy dejando llevar por ella. 

- ¿Qué vas a hacer estos días? -le pregunto mientras bebo un sorbo de mi taza de café. La siguiente carrera es dentro de dos semanas en casa, en Italia, en el circuito de Enzo y Dino Ferrari. El equipo tiene unos días de vacaciones y yo aún no quiero volver a casa.

- Pues estoy entre ir a Jerez a ver a mi abuelo, a Barcelona a ver a mi hermana, o ir a La Gomera con mi madre. Conclusión: no tengo ni puta idea -me contesta ella riéndose- ¿y tú?

- Tengo que quedarme unos de días aquí para hacer un par de actos de promoción. Y después ya veré.

- ¡Que dura es la vida de un piloto!

Valeria sigue mirando su móvil y mordisqueando su bollo. Me quedo mirando como su lengua relame los restos de mermelada de su boca. Esa que tan loco me está volviendo.

- Quédate conmigo aquí estos días.

Valeria alza su mirada y abre su boca algo sorprendida. Creo que no se lo esperaba. Y si he de ser sincero, se me ha ocurrido sobre la marcha.

- ¿Contigo? ¿Aquí en Melbourne?

- Si, aquí. Anda, ven -le tiendo la mano para que venga hacia donde yo estoy.

 Ella se muerde su labio superior y se levanta arrastrando la silla despacio. Rodea la mesa y yo me echo un poco hacia atrás para sentarla en mis rodillas. Se moja los labios y pasa una de sus manos por mi hombro hasta enredar sus dedos en mi pelo. Mi mano izquierda rodea su cintura y la derecha se queda encima de su muslo desnudo. La miro a los ojos y ella sonríe con algo de timidez. 

- Hola -le digo restregando mi nariz por la curva de su cuello. Huele a vainilla.

- Hola -me contesta ella ladeando un poco su cuello para darme mejor acceso.

- Di que te quedaras conmigo Valeria -mi boca se posa en su cuello dejando pequeños besos que le erizan la piel. La mano que está en su muslo sube lentamente y vuelve a bajar acariciándola muy despacio- es mi cumpleaños y me gustaría celebrarlo contigo

-  ¿En serio es tu cumple? -Valeria me mira toda ilusionada y una enorme sonrisa se forma en su cara.

- No, es en septiembre, pero podemos jugar a que lo es -le doy una sonrisa burlona y ella aprovecha y me doy un pequeño codazo en el estómago que ni noto.

- ¿Y cuántos cumples?

- 28, pero en septiembre.

- Buah. Eres dos años mayor que yo -me dice ella soltando una carcajada.

- Di que te quedarás conmigo. No dejes que pase mi cumpleaños solo -Valeria se muerde los labios y hace como que se lo piensa. De su boca sale un pequeño suspiro y su mirada se posa en la mía.

- Me quedaré contigo, pero...

- Sin peros, Valeria.

- Es que...tenemos que hablar.

Separo mi boca de su cuello y nuestros ojos hacen contacto. Ella curva sus labios algo nerviosa y un pequeño suspiro sale de su garganta.

- ¿Qué pasa? -le pregunto frunciendo el ceño.

55LOVE (Runner 1)Where stories live. Discover now