Cada día te alejas más con el final del invierno.
Y el siempre roto de mí corazón ha aprendido a latir
con cada ausencia.
Y una vez más, las facturas están sobre la mesa,
y tal vez no tenía que haberme precipitado en decir que
no me importaría ni un rastro de tu olvido.
Porque es tu olvido el que me marchita con el pasar de las horas.
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Diecinueve.
PoetryCuando la tormenta ha calmado y el aire ya no ahoga, es cuando las cicatrices han calmado su dolor. Y los diecinueve son el comienzo de todo... y muchas veces el verdadero amor marchita.