Only one. -★

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Seonghwa aún recordaba el momento exacto en que se enamoró y la hora precisa en que su corazón comenzó a latir por alguien, pero ya todo eso no importaba desde que se rompió.

Era un día de primavera que radiaba belleza; los pajaritos se deslizaba en el inmenso azul del cielo y las nuevas flores despertaban para mostrarle por primera vez su belleza al mundo.

Era un día tan hermoso pero, Park Seonghwa, un "alegre" pero melancólico chico, se encontraba tristemente tirado en el frío suelo de su sala de estar, ese día al parecer "perfecto" le habían roto el corazón en pedazos.

Era medio día, Seonghwa como siempre se dirigía camino a la universidad junto con un café americano y una malteada de fresa. La malteada para él y el café para su gran amor, Kim Hongjoong.

Desde que su corazón le comenzó a pertenecer a Kim, siempre había sido bastante detallista con él, para intentar que sienta lo mismo que sentía. Y según lo que Hongjoong demostraba estaba funcionando.

En la puertas de la universidad, toda la ilusión de Seonghwa se derrumbó, y junto a su ilusión las dos bebidas que poseía en su manos, mientras veía al amor de su vida besándose apasionadamente junto a unos de sus compañeros, Song Mingi. En ese momento, Seonghwa abrió los ojos por primera vez y descubrió que, lo que le decían sus amigos era totalmente cierto; Hongjoong sólo lo usaba para burlarse de él con sus amigos. Descubrió que el amor de su vida ya tenía a alguien más especial que él.

Seonghwa no tuvo fuerzas para estar en la universidad y sin pensarlo dos veces, fue corriendo a su casa con un río de lágrimas en sus ojos. Realmente no sabía cómo fue que no se derrumbó a medio camino o como no le pasó algo, ya que, su vista estaba totalmente nublada por lágrimas.
Al llegar, estaba tan cansado de correr, sus manos temblorosas y su vista borrosa apenas lo dejaban sacar las llaves de sus bolsillos para abrir la puerta de su solitario y oscuro hogar. Luego de varios intentos por fin logró abrir la complicada puerta.

Sin importarle sus pertenencias, tiró su mochila y se dejó caer en el suelo. Aún no podía creer lo que sus ojos acababan de ver. Se repetía una y otra vez -¿No fui suficiente? ¿No te di suficiente amor y por eso me cambiaste? ¿Por qué? Yo..yo te amaba -. Él simplemente no podía creer que su amado nunca lo amó a él, sino que a otro.

-S-si es por mi forma de ser, puedo cambiar. Puedo cambiar por ti, puedo ser como él e incluso m-mejor.

Hongjoong para él lo era todo, ante sus ojos brillaba más que el sol. Hongjoong fue su primer amor y la persona con la que "aprendió" lo que era amar.

Nadie le enseñó nunca que no importaba cuántas cosas "románticas" pasaran o la actitud coqueta de Hongjoong hacia él, si no formalizaban, todos esos dulces actos no significaban absolutamente nada. Tampoco Hongjoong nunca le habló para aclarar las cosas que pasaban entre ellos.

Seonghwa nadaba en un mar de sus propias lágrimas mientras recordaba todo lo que hizo para acercarse más a Hongjoong. Seonghwa, en un momento de desesperación comenzó a golpearse la cabeza y a tirar de su pelo mientras se retorcía de tristeza y enojo en el suelo. Se sentía como un idiota por ilusionarse con alguien que apenas lo miraba.

¿Por que siempre nos enamoramos de personas que sabemos que nunca nos van a corresponder? Y aún sabiendo eso, no nos rendimos hasta que finalmente nos hacen daño.

-Soy un maldito imbécil infeliz. Park Seonghwa, ¿Cómo caiste tan bajo?

Sus amigos siempre le habían aconsejando que no se idealizara tanto en una relación con dicho peliazul, pero hizo caso omiso. Él sabía que Hongjoong lo tenía en la palma de su mano y tenía control total de él, y de toda su estabilidad emocional. Sin embargo, nunca hizo nada para alejarse, esta totalmente ciego de amor.

Cuando la estrella se apaga | SeongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora