| Episodio 2 |

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Amanda lavaba los platos mientras que tenía la mirada baja.

Hombre- A ver si para lo otra me das más placer. -Dijo componiendose el cinturón.

Amanda nuevamente sufrió abuso sexual por parte de su esposo, quien solo llegó cansado y con deseos de sexo, ella no quería ya que siempre era el que terminaba complacido sin importarle su mujer, Amanda absorbió su nariz dejando de llorar.

Giro su cabeza para saber si su esposo estaba pero por suerte el no había escuchado su pequeño sollozo ya que no estaba en la cocina.

Ella miro nuevamente los platos secandolos para ponerlos en su lugar, luego ella decidió salir de casa a comprar unos Ungüentos para las heridas y quemaduras que a veces recibía por la cocina ya que por andar distraída le ocurría esos accidentes.

(Nota: Ungüento para las que no sepan significa crema o pomada para las heridas, quemaduras, etc)

Hombre- ¿Donde vas?. -Pregunto el hombre recargado en la pared de la entrada mirando seriamente a su mujer mientras que tenía la botella de Sake en su mano derecha.

Amanda- Voy a comprar... Ungüentos para las quemaduras que recibo por favor cocina.

Hombre- Escúchame bien. -Dijo el con seriedad asustando a la chica.- Si llegas a escapar o decir una palabra te mueres, soy un cazador que ha matado a sientos de demonios, y para matar a una débil e ingenua humana como tu no será difícil. ¿Entiendes?.

Amanda asintio apretando la bufanda con miedo, allí sintió las manos de el en su cadera asustandola.

Hombre- Soy tu esposo, amor. Debes de obedecerme porque soy el hombre de la casa que te mantiene, ve y cómprame más Sake. -Dijo el empujando a la chica quien dio pasos adelante por ese empujón.

Amanda- T-Tranquilo... iré por la bebida y los ungüentos tal vez compre las cosas para la cena.

Ella salió del pequeño jardín que tenían para cruzar el portón y cerrarlo así caminar con la canasta en mano al pueblo cercano.

Sentía como sus pies se hundían en la nieve que estaba acumulada por los días de invierno.

Amanda- ¿Cuando... acabará mi infierno?. -Pregunto ella mientras quería tratar de ir lo más rápido que podía.

Al llegar al pueblo ella busco y encontró lo que quería.

Xx- Esta es una crema especial para aliviar las quemaduras. -Ofreció la mujer del puesto.

Amanda- Me servirá, por favor una de esas y para las heridas.

Xx- Esta bien.

Amanda mientras esperaba giro su cabeza dejando soltar el aliento que salió como vapor de su boca al estar en un clima frío.

Cuando termino de hacer las compras ella se dirigió a su casa pero en el camino se sorprendio al ver a un chico de 12 años sorprendiendose aún más al saber quien era.

Amanda- Es el mismo chico que vi hace 2 días. -Pensó ella y observo como el con una sonrisa vendía el carbón.- Necesito comprar carbón, no tendré de otra que comprarlo.

Ella se acercó al chico quien se despidió del señor y se sorprendio al ver a la misma mujer con una sonrisa la saludo.

Chico- Hola, señorita, es bueno volverla a ver. -Saludo el con una gentil sonrisa.

La Llama apagada | Kyojuro Rengoku Where stories live. Discover now