𝟤. 𝒩𝑜 𝑒𝓈 𝟧𝟢 𝓈𝑜𝓂𝒷𝓇𝒶𝓈

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La vida en el pueblo era aburrida no, lo siguiente

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La vida en el pueblo era aburrida no, lo siguiente. Por no haber no había ni un bar decente donde tomarse una copa a las tantas de la noche. Y olvídate de conocer a alguien.

Aunque realmente, no es que Valeria fuera a hacerlo, pero, siempre se echaba de menos lo que no se tenía. Ella era una persona muy sociable. Hacía amigos muy pronto, pero en el pueblo no había mucha gente de su edad, y los pocos que habían, trabajaban en el campo hasta casi el anochecer y apenas los veía.

Acababa de darse una ducha y estaba sentada en el sillón con el mando de la tele en la mano. Menos mal que su abuelo la dejó que pusiera Amazon Prime o creía que entonces si que moriría.

Aunque no debería quejarse. Valeria estaba aquí por decisión propia y tenía que admitir que estar en Torre del Marqués le estaba sentando muy bien. La vida ociosa, era lo que le sentaba bien. Aunque bueno, ahora tenia una clientela juvenil que visitan el taller casi todos los días. Desde que le "trucó" el monopatín de tabla a uno de los vecinos del abuelo, tuvo que hacérselo a la mitad del pueblo, e incluso se organizó una carrera en la que ella fue la invitada de honor.

Por lo demás, Valeria se dedicaba a descansar, ayudar al abuelo, ver la tele y leer. Incluso se había apuntado a un curso online para mejorar su italiano y todas las mañanas estudiaba un poco.

A ella le hubiera gustado haber hecho como el abuelo y haber estado practicando el idioma con el del Ferrari. ¡Que envidia poder hacerlo! . Se podía haber quedado un ratito más y así la hubiera ayudado.

Una sonrisa apareció en su cara recordando al italiano. Era guapo. Muy guapo. Vestía bien y eso lo hacía más atractivo. Con esos impresionantes ojos marrones de largas pestañas, y unas facciones endurecidas. Todo su cuerpo gritaba dinero, pero a ella eso le daba exactamente igual. Ella en lo que se había fijado era en que estaba bueno y punto.

El timbre de la puerta la hizo levantarse de su sillón. Su abuelo nunca se llevaba las llaves. Decía que lo hacia para que ella moviera el culo. Valeria salió del salón y atravesó el largo pasillo de azulejos de barro. Ya mismo anochecería y el abuelo vendría pronto de su partida de dominó. Abrió la puerta y se quedo muy sorprendida al ver delante de ella al italiano del cochazo. Se había quitado las gafas de sol y la miraba de arriba a abajo como evaluándola.

Que era lo que realmente estaba haciendo Aless. Aún no se creía que la rubia que tenía delante tuviera tanto talento. Bueno, si se lo creía porque él mismo había sido una de sus "víctimas". Y encima era muy guapa. Allí estaba ella, sin manchas de grasa en su mejilla y con todo su pelo suelto sobre sus hombros. ¿Porqué coño esta maravilla estaba escondida en este pueblucho?

- ¿Hola? ¿Qué haces aquí? -le pregunto ella algo recelosa. Aless tragó saliva intentando centrarse a lo que había venido. Algo que le resultaba muy difícil cuando ella lo miraba con tanta curiosidad.

55LOVE (Runner 1)Where stories live. Discover now