Piratas del Caribe: La piedra del Mar

Parte 2: Un nuevo destino.

—!Ah!, lo lamento, el es Daniel —indicó  Gibbs, Daniel observó a Henry de pies a cabeza, haciendo un sonido bastante evidente con la garganta.

—¡Un placer! —exclamó Daniel limpiándose la mano antes de saludar.

—¿Tragaste saliva?—susurró Gibbs

—¡Claro que no! —respondió Daniel totalmente ruborizado.

—¿Qué te trae por aquí Joshamee Gibbs? —preguntó William, observando a Daniel con seriedad, ella no pudo evitar sentirse intimidada, a pesar de que podría contarle el cuello con un solo movimiento.

—Señor Turner, esto es delicado, necesito mostrarle algo que involucra a su familia —William se sorprendió, Gibbs lucia muy preocupado, era como si el tiempo estuviera en su contra.

—¡Henry!, hablaré con Gibbs, tú quédate con el joven Daniel.

—¿Me dejarás como niñera? —el comentario de Henry no le pareció muy cortés a Daniel, desenvaino la espada, deteniendo el filo de su arna en el cuello de Henry.

—¡No necesito niñera! —exclamó Daniel  ocasionando que William y Gibbs se sonrieran.

—¡Creo que me quedaré aquí! —aludió Henry realmente impresionado.

Al entrar en la casa, Elizabeth observó a Gibbs con seriedad.

—¿Parece que no soy bienvenido aquí?

—¡No es eso! — dijo Elizabeth abrazando a Gibbs —. Es solo que, cuando aparece alguien que tiene que ver con Jack, tengo miedo que lleguen problemas.

—Y no se equivoca, ¡necesito encontrar a Jack! —dijo Gibbs inquietando a ambos. Elizabeth les sirvió un té, Gibbs hubiera preferido una jarra con ron, pero, le pareció delicioso.

—¿Quién es el muchacho que entrena con Henry?

—Él, es hijo de Jack Sparrow —al decir esto, Elizabeth quedó totalmente impresionada, William no dejó escapar ningún sonido.

—¿Jack tuvo un hijo? —preguntó Elizabeth tratando se asimilarlo —. Pero...  ¿con quién?

—¡No lo sé! —exclamó Gibbs

—¿Cómo que no lo sabes? —preguntó William desconcertado.

—¡William!, ¡Elizabeth!, yo....

—Habla Gibbs, estás entre amigos — indicó Elizabeth, Gibbs asintió y respiró profundamente antes de proseguir.

—Hace muchos años... demasiados, no podría asegurar con exactitud cuánto pasó... la mayor parte del tiempo estoy ebrio —comentó Gibbs temblando —. Jack era joven, rebelde, yo siempre debía estar sobre él, sacándolo de los aprietos en los que se metía, pero, un día todo cambio. Llegamos a un convento en una isla remota y conoció a Angélica, era una novicia que iba a decir sus votos para convertirse en monja....

—¿Sé enredó con Jack? —asumió Elizabeth interviniendo, Gibbs asintió, no era un secreto de que Jack era un mujeriego.

—El punto es que, ella era diferente, fue una gran debilidad para Jack, fue la única mujer que lo hizo dudar, de sí seguir siendo un pirata, y cuando se dio cuenta que ella lo estaba convirtiendo en lo que más odiaba, simplemente se marchó sin decirle nada...

—¡Está bien!, entiendo lo de Angélica, pero, lo que no comprendo es que tiene que ver con este chico... —comentó William un poco ansioso.

—Bueno... Jack volvió a encontrarse mucho tiempo después con Angélica, tuvimos problemas con Barbanegra, fue cuando recuperamos el perla —la cara de confusión de ambos era evidente —. Jack abandonó a Angélica en una isla...

—¿La abandonó en una isla? —intervino Elizabeth sin poder creerlo.

—Bueno... si la abandonó y no —comentó Gibbs, tratando de explicar —.
Lo que pasa es que la abandonó para darle una lección, así es Jack, pero, me envió a mi a rescatarla horas más tarde.

—No comprendo como puede haber gente que aún lo considere capitán, es un bárbaro —mencionó Elizabeth sacando una botella de licor, la cara de Gibbs se iluminó y saboreo sus labios realmente ansioso. William sirvió tres vasos y Gibbs continuó con la historia.

—Cuando regrese a la isla por Angélica, ella tenía una.... un niño de aproximadamente cinco o siete años, ella dijo que tenía cinco, pero, quien podría asegurarlo.

—¿De dónde salió? —preguntó Elizabeth expectante.

—¡No lo sé!, solo me pidió que la llevara muy lejos y me hizo jurar que nunca le diría a nadie que ella, digo que él era hijo de Jack.

—Pero.... es que aún tengo tantas dudas, comenzando con la certeza de que él sea hijo de Jack... y el como su madre pudo abandonarlo —comentó William

—¡Espera!...  lo juraste, ¿Cómo piensas encontrar a Jack y no decirle que ese muchacho es su hijo?— preguntó Elizabeth con preocupación.

—Porque los juramentos se respetan con los vivos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Elizabeth confundida.

—Angélica fue asesinada hace una semana —respondió Gibbs, ocasionando desasosiego en sus corazones. Elizabeth sintió lastima por el desconocido joven que hacía reír a su hijo, hace tanto tiempo que no lo escuchaba reír como un loco.

—¿Quién la asesinó? —preguntó Elizabeth un tanto afectada.

—Por eso vine, cuando fuimos a darle cristiana sepultura, esa misma noche, entraron a la casa, atacaron a Daniel y dejaron una nota —al decir esto, buscó la nota entre sus ropas y se la entregó a William, quién recorrió las líneas con detenimiento, Elizabeth se acercó y procedió a leer quien la firmaba, un escalofrío recorrió el cuerpo de ambos, no podían creer lo que leían.

—¿Davy Jones? —musitó Will con un semblante pálido y una preocupación que traspasaba sus huesos.

Continuará...