—Tienes toda la boca llena de razón, Fátima —por lo menos Leo admitía que yo no era eso que juraba que era—. Es mucho más que eso —o tal vez no.

—Juro que odio cuando te pones a criticar a la gente de esa manera, Leonardo; ¡por Dios! —Fátima arremetió contra él—. Neta, no me gusta que seas así —el ambiente se puso un poco tenso y todos nos quedamos callados.

—Se me salió decirlo, Fatty. Lo siento —al menos él aceptó su error.

—Tal vez sí soy blanco; pero soy adinerado gracias a mi trabajo —yo ya no sabía ni qué decir, así que empecé a decir tonterías sin sentido—. No voy a negar que sí he tenido una mejor vida y que sí ha estado llena de privilegios por no ser una persona afroamericana —no quise llamarlos por la “b word porque no era correcto, no estaba bien y si lo hacía, me iban a volver a llamar whitexican o racista.

—No digas que no es tu culpa ser blanco, por favor — estuve a punto de decirlo tho y ese era un problema—. Porque eso sería algo muy racista y grosero de tu parte.

—Es que la verdad no es mi culpa ser blanco —las tres personas presentes en mi departamento soltaron una carcajada muy fuerte.

—De verdad lo dijo —creo que de verdad no pensaban que fuera a decirlo—. Te tengo una pregunta: ¿crees que Dios, Santa Claus, Cupido y el Hada de los Dientes sean de piel blanca? ¿Tienes algún problema con que no lo sean? ¿Estás de acuerdo con que renueven a los personajes de Disney en películas de tipo Live-Action por personas afrodescendientes?

—Dijiste que una pregunta y son tres, Leonardo —tal vez Leonardo me odiaba desde la fiesta de Lava, o eso sentí.

—¿Vas a contestar o no?

—Sí, Leonardo, aquí voy.

—Adelante —me animó Fátima.

—Dios es moreno, creo que cupido contaría como afrodescendiente, el Hada de los Dientes ni siquiera se consideraría como una persona por ser un ser mitológico y el único que sería blanco es Santa Claus porque él, se supone, vive en el Polo Norte y está muy cerca de Estados Unidos —en realidad, me enseñaron que esos personajes eran blancos, pero provine de una familia un poquito racista que creían que nosotros, la gente blanca, éramos la raza superior.

—Pero en Estados Unidos sí hay personas afrodescendientes y Santa Claus puede que sea uno de esas personas, ¿no?

—¡Absolutamente! —le di la razón a Diego, el cual solo sonrió después de habérsela dado.

—Entonces puede que sea una persona afrodescendiente, a nosotros nos acostumbraron con la cultura norteamericana y nos hicieron creer que todos esos personajes son blancos, cuando en realidad pueden ser de otro color de piel.

—Menos mal no dijiste la palabra con n, Fátima —mi mirada sí era de preocupación.

—Sí ¿y qué tiene si la hubiera dicho? —volví a abrir los ojos como platos—. Creo que no tiene nada de malo, no soy morena, pero meh —encogió los hombros; ay, Fátima, y pensar que segundos antes regañaste a Leonardo por ser tan grosero y criticar a las personas.

—No eres morena, pero creo que está mal referirte así de ellos.

—¡Sí! Pasaste la prueba para saber si eras racista o no, porque todo tu círculo social está conformado solo de gente blanca y eso da mucho qué pensar —Diego y Leonardo se rieron, decidí no reírme, porque hubieran pensado que eso era racista—. Sí, soy blanca, pero eso no quiere decir que por ser blanca sea una mala persona.

—Diego, Leonardo y tú son un trío de gente blanca y están en mi círculo social; tienes razón, la gente puede llegar a pensar que soy racista —se me salió decirlo sin que pasara primero por mi mente.

Anochecer Tras El Amanecer (Dylan's Version)Onde histórias criam vida. Descubra agora