-Mírelos... solíamos ser una única nación y ahora nos matamos unos a otros...-

"no es extraña la lucha de poderes dentro de naciones desestabilizadas, pero también, para establecer un golpe de estado exitoso, se necesita contar con tres cosas básicas, fuerzas militares, recursos y apoyo extranjero, sin esto último posiblemente el nuevo orden sería repudiado por las potencias vecinas y rápidamente suprimidas por las mismas, si bien no se optaba por ocupar el territorio con la excusa perfecta de reestablecer el orden...la pregunta sería...quién está patrocinando esta pelea?"

-Supongo que nuestra patria está agonizante...débil...-

Los pensamientos de la niña se esfumaron para responder por instinto a su acompañante.

-Ser débil no está mal capitana-

La aseveración de la niña fue tan sorpresiva como impactante, provocando que Neia girara tan rápido su cabeza a fin de verla, que parecía que se rompería el cuello.

-Disculpe?-

Dándose cuenta de que había respondido de manera descuidada, Tanya prestó atención esta vez, pero repitiendo lo mismo.

-Ser débil no es nada malo-

Neia quedó en shock, simplemente viendo a la pequeña frente a ella, quien parecía no comprender lo que había dicho mientras seguía sorbiendo su café.

-Me temo...que debo estar en desacuerdo...-

Palabras frías y rasposas salieron de la garganta de la capitana baraja, quien ahora miraba un poco molesta a la chiquilla a su lado.

-Si algo aprendí durante mi tiempo junto a su majestad el rey hechicero, es que la debilidad es un pecado en sí mismo que castiga tanto al culpable como a la gente a su alrededor-

Dándole un largo y muy satisfactorio trago a la taza en su mano, Tanya se tomó su tiempo para pensar una sola cosa.

"Está loca?"

-Capitana, si la debilidad fuese un pecado, la humanidad se hubiera extinto desde hace mucho tiempo-

-No le veo sentido a su lógica Mayor-

Esta vez una ligera molestia se segregó en el sabor amargo del amado café de la niña, quien comenzaba a preguntarse cómo era posible que una chica con esa mentalidad hubiese podido llegar tan lejos en la cadena de mando.

-Qué hay mas debil que un bebe?...significa que debemos eliminarlos por su pecado original?-

Neia se mantuvo pensativa.

-En primer lugar, míreme cuidadosamente capitana, le parezco una persona con poder?-

-Viendo lo que le hizo a esta ciudad?-

Una risita salió de Tanya mientras daba una expresión cansada sobándose la cabeza.

-Le estoy diciendo...yo no solía ser así de poderosa, el entrenamiento y la disciplina me hizo quien soy hoy día, pero incluso el hombre más fuerte o la bestia más feroz alguna vez fue débil-

-Pero dejaron de serlo...no?...abandonaron su pecado original para volverse seres de fuerza y poder...seres que pudieran ejercer su voluntad y proteger aquellos que lo merecieran-

Esta vez Tanya sintió una extraña empatía en su corazón, algo que la hizo dudar de sus propias palabras.

-Nacer débil es algo que nadie puede evitar, pero mantenerse así es un pecado mortal que solo la escoria escoge!-

Sin percatarse, los prisioneros cercanos habían comenzado a prestar atención a su charla.

-Incluso si abandonamos la debilidad en aras de la supervivencia, no es el hombre la criatura más débil de todas?-

Overlord: La niña y el nigromanteWhere stories live. Discover now