Por qué imaginar todo lo que podía pasar para conseguir futuras soluciones a esos múltiples futuros problemas si al final todo le salía como menos lo planeaba.

Lo más importante era ser sincero y aceptar con dolor o alegría cuál sea la decisión que ella tome.

Al final el fue quien cago todo jodidamente.

Rascándose la cabeza y soltando un suspiro solo le tocaba esperar ya que a penas y era domingo.

...


El domingo termino y el lunes estaba llegando a su fin y saliendo de su zona de confort Senku aún no podía creer lo que estaba muy pronto a tan solo unas horas iba atreverse a hacer.

Sin un plan bien estructurado.

Sin imaginar Miles de escenarios para conseguir futuras soluciones.

Y con solo una frase en mente iba a hacer su acto más ilógico.

Esto si que era malditamente ilógico.

El martes llego por fin y vestido de manera casual fue al edificio donde vivía Kohaku ignorando completamente la voz de la razón.

No podía entrar de manera normal ya que nadie podía saber que el se encontraba ahí pero para el hacer eso era juego de niño.

Le dio la vuelta al edificio y por la parte de atrás por una puerta que aunque debería encontrarse cerrada está siempre está abierta (que diligencia la del los empleados, pero para que reclamar si eso le a traído demasiados beneficios desde hace varios años) Estando ya en la parte de atrás ahora solo debía llegar a la parte principal para subir por las escaleras y en un momento dónde el vigilante se fue a quien sabe que, Senku aprovecho y con su velocidad de pulga empezó a subir las escaleras.

Listo.

Juego de niños...

Deberían poner más seguridad.

Si las cosas con Kohaku las lograba arreglar se lo recomendaría.

Ya estaba adentro subiendo las escaleras ahora solo debía abrir el apartamento y encontrarse con Kohaku.

De llamadas lo bloqueo y de cualquier red de comunicación.

No tenía otra manera de hablar con ella además lo que tenía para decirle debía decírselo en persona.

Ya había sido un cobarde por demasiado tiempo era ahora de reparar sus actos y hacer algo.

Al llega al piso de ella y intentar abrir la puerta de emergencia del apartamento que daba con las escaleras el corazón se le paró.

¿Cómo su corazón no iba a dejar de latir?

Tenía miedo...

Estaba irrumpiendo ilegalmente a una propiedad privada entrando de manera sospechosa sin permiso y sin aviso en secreto cuidándose de que alguien lo vea.

Si lo acusaban de intento de robó tenían pruebas suficiente como para establecer un juicio y culparlo y ser condenado por quien sabe cuántos años de prisión.

Su carrera…

Su gran proyecto de toda su vida…

Su maravillosa ciencia…

Malos hábitosWhere stories live. Discover now