Prólogo

531 41 3
                                    

Slytherin se caracteriza por la astucia, sus integrantes son personas déspotas y con mentalidad radical normalmente racista y clasista hacia las demás personas que no consideren de su nivel, son inteligentes (muchos tienen a Ravenclaw como segunda casa) y de mentalidad fría, prefieren huir de los problemas antes que enfrentarse a ellos pero les gusta hacerse respetar y en caso de no ganarse el "respeto" de los demás había otra forma de imponerse, por el miedo.

Por lo menos eso era lo que las demás casas sabían de ellos, de las mazmorras para adentro solo las serpientes sabían sus costumbres, solamente ellos sabían que los prefectos se quedaban con los de primer año para consolarlos cuando se sientan solos y perdidos en un nuevo lugar, solo ellos sabían las tardes frías cerca de invierno en las que se juntaban con mantas en frente de la chimenea para completar sus trabajos con el calor de sus compañeros y las bromas que solamente entre ellos se hacían que, lejos de ser inocentes, aún así eran divertidas pero que si otra casa la hacía no dudaría en lanzar una maldición hacia su contrincante.

Oh claro que no, nadie sabía eso.

Sin embargo, para ellos no era necesario que las demás casas lo supieran, el silencio es la mejor arma en cualquier caso, adquirir información y aparentar una imagen falsa para los demás para que no se enteren nunca del siguiente movimiento era muchísimo más placentero que ir por aquí o por allá demostrando tu verdadero ser como un gryffindor o un hufflepuff.

El trío de serpientes era un claro ejemplo de esto, se conocían desde pequeños incluso antes de entrar a Hogwarts, sus familias eran amigas y la estancia en el castillo solamente hizo afianzar ese lazo entre los tres.

Las constantes críticas que las demás casas les hacían solamente les daban ganas de reírse en sus caras y enseñarles que, tal como ellos piensan, son superiores a todas esas mentes pequeñas que ni siquiera les tocarían con un hechizo en un duelo varita a varita.

Las personas normalmente no miraban más allá de ellos, tal vez su acercamiento más cercano sería con la lunática de Luna Lovegood que no se dejaba influenciar por lo que los demás decían, sin embargo, si no eras Luna o algún Slytherin del trío no te ibas a dar cuenta de la atracción casi invisible entre dos de ellos.

Pero Pansy lo sabía, oh ella sí que sabía, ella podía ver en sus amigos las miradas, los pequeños gestos que pasarían inadvertidos para alguien más pero que para ella eran tan evidentes que le daban ganas de vomitar. No entendía por qué, si la atracción entre ellos era tanta, no se confesaban y empezaban a salir de una maldita vez, llevaban más o menos dos años en ese tira y jala que la iba a volver loca en cualquier momento.

Lo suponía desde pequeña de hecho, cuando el italiano llegaba de sus viajes a su tierna edad de siete años y les traía sus dulces favoritos, si bien la ración era para ambos Pansy sabía que la forma en la que el italiano procuraba siempre complacer al rubio era más que por ser mejores amigos, sin embargo ella era muy pequeña para preocuparse por los idiotas de sus amigos y sus sentimientos evidentes.

Best FriendWhere stories live. Discover now