4. Alcohol

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Finalmente le dieron el alta a Albedo, este estaba muy feliz ya que podría volver a su casa y dejar de comer la comida tan sosa que daba el hospital.

Por otra parte Kaeya no sabía como explicarle que ahora mismo su casa era una de las pruebas para la investigación, a parte que no era nada segura.

Beep Beep, Beep Beep

El teléfono de Kaeya vibraba, estaba recibiendo una llamada entrante de su futuro marido.

-¿Si?

-Ya me dijeron que puedo volver a mi casa, ¿me recoges y me llevas? porfavor.

-Claro, claro, voy yendo, tardo unos diez minutos con el coche.

-¡Gracias amor!

Se pudo oir como Kaeya suspiraba, por lo que preocupó a Albedo.

-Ey... ¿todo bien?-preguntó Albedo-

-Si, si, cuando te vea te lo digo, no te preocupes, te veo en un rato, adiós cariño.

-Hasta luego.

Kaeya cortó la llamada para salir del bar e e ir al hospital. Su mente se encontraba pensando en las mil formas que tenía para comentarle lo de la casa, no le gustaba dar malas noticias.

Su mente estaba tan distraída-en parte por el alcohol que bebió- que por poco se sale del carril y se choca contra otro coche, pero pudo reaccionar al tiempo y volver a su carril, casi se le sale el alma.

Al llegar aparca el coche en el parking del hospital, el cual era gratis y se dirigió a la sala en donde se encontraba Albedo. Lo primero que hizo al verlo fue abrazarle como nunca y poner su cabeza apoyada en el hombro de Albedo, se encontraba feliz que ya se pudiera levantar de aquella cama.

-Me gusta tu olor.-dice el de cabellos azules mientras aspira el aroma del contrario- Te extrañé.

-Si me viste ayer, no fue para tanto.-dice mientras le acaricia la cabeza-

-Lo se pero...-suspira-

-Ya está, estoy aquí, ¿no me ves?

-Si, te veo, ¿te molesta ese parche?-se aleja del abrazo mientras mira el parche que llevaba puesto el rubio-

-No, me podría acostumbrar, el ojo aun debe reposar.

-Entonces es bueno que lo lleves.

Kaeya toma dulcemente la mano de Albedo para después dirigirse al coche. Cuando entran en este, sus miradas conectan, acercándose lentamente hasta juntar sus labios con el contrario.

Al empezar un beso francés, Albedo nota el sabor del alcohol en la boca de Kaeya, era algo desagradable pues a este no le gustaba beber.

-Kaey--este seguía besándolo, bajando por su cuello para dejar chupetón ahí, haciendo que su pareja soltara un leve gemido- cariño estamos en el coche.

-Puedo poner el parasol, y las ventanas de los laterales son oscuras por lo que no se ve por dentro.-le dice al oído mientras le acaricia lentamente el muslo-

-Kaeya, has estado bebiendo.-entonces este para completamente lo que estaba haciendo-

-Perdón.-suspira mientras se separa del menor-

-Llevabas casi un año sobrio, ¿qué ha pasado?

-Todo esto es lo que ha pasado, te han atacado y casi te matan, han conseguido mi número, ha entrado en tu casa y me ha mandado una foto de tu habitación y todo me ha estresado tanto.-suelta todo dándose cuenta que lo último se lo tenía que haber dicho con más cuidado-

✧ Aunque la muerte nos separe ✧ (Kaebedo)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum