capítulo único

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Darlin', darlin'
Doesn't have a problem
Lyin' to herself
'Cause her liquor's top shelf
It's alarming, honestly
How charming she can be
Fooling everyone
Telling 'em she's having fun

Se podría decir que Suna llevaba más de un año observando a Mei a la distancia. No de forma extraña o con fines de acosarla, sino que simplemente le era imposible no mirarla.

Honestamente, era alarmante lo encantadora que podía llegar a ser.

The boys, the girls
They all like Carmen
She gives them butterflies, bats her cartoon eyes
She laughs like God
Her mind's like a diamond
Audiotune lies
She's still shinin'
Like lightning, whoa, whoa
White lightning

A todos, chicos y chicas, les gustaba Mei. Era prácticamente famosa en su escuela, riendo con ganas y batiéndole las pestañas a los demás con coquetería. Era imposible ignorarla, o pasar a su lado sin siquiera detenerse a mirarla aunque sea una vez.

Su cabello blanco, cada semana con mechas teñidas de un color distinto, destacaba entre cualquier multitud. Y sus ojos, esos ojos color miel con pestañas cuidadosamente estilizadas y lucidas con el mayor de los esmeros... mirarla directamente a ellos era como caer en una trampa sin salida.

Parecía un ángel, tan encantadora como una muñeca. Pero esa aparente ilusión de falsa inocencia solo era una fachada. Después de tanto tiempo observándola, Suna sabía con certeza que esa chica estaba rota, irremediablemente rota.

Estaba seguro de que la mayoría lo sabía, lo veían, pero se contentaban con ello. Después de todo, a todos les gustaba Mei, pero nadie se preocupaba realmente por ella.

Carmen, Carmen
Staying up 'til morning
Only seventeen, but she walks the streets so mean
It's alarming, truly
How disarming you can be
Eatin' soft ice cream
Coney Island queen

Cada semana, quizás cada día la veía con un chico distinto. No era que le importara, en realidad le daba igual lo que ella hiciera o cómo se arruinara la vida, pero era sencillamente curiosa su forma de vivir.

Ya era común, casi como una rutina salir tarde del entrenamiento y verla vagar por los alrededores de la escuela, generalmente con uno o más chicos, fumando y recibiendo con una sonrisa cualquier tipo de sustancia que ellos le dieran, permitiéndose ser tocada y besada por ellos, muchas veces estando en un estado tan intoxicado por las drogas que era manejada como una muñeca de trapo, siempre con una sonrisa en el rostro, siempre mostrándoles que se divertía con ello.

Rintarō no era el chico más sano del universo, no podía criticarla. También disfrutaba de ir a fiestas y drogarse un poco y, fue en una de esas ocasiones donde su silenciosa vigía desembocó en algo más.

Baby's all dressed up with nowhere to go
That's the little story of the girl you know
Relying on the kindness of strangers
Tying cherry knots
Smiling, doing party favors
Put your red dress on, put your lipstick on
Sing your song, song, now the camera's on
And you're alive again

Era una rave, una de las más esperadas ese mes en la prefectura de Hyōgo, y como una fiesta fiel al estilo se celebraba en una gran fábrica abandonada en los suburbios más recónditos del área.

carmen || suna rintarōWhere stories live. Discover now