—Sí —tomó un poco de agua—. Te decía: llegó Ricardo y comenzamos a platicar con él; no pensábamos dejarlo pasar, pero él insistió en entrar y dijo que era un gran fan tuyo, también dijo que te conoce, ¿le hacemos caso? ¿En verdad conoces a este güero tan guapo?

—Sí, sí conoce a este «güero tan guapo» como tú me acabas de nombrar —Richard de nuevo no me dejó hablar, pero por alguna razón no me podía enojar con él; Richard era tan perfecto—. ¿Verdad que sí, Louis Gerald?

—Eso supongo.

—¿Qué carajos? —está bien, sí estaba furioso.

—Le preguntamos cosas sobre ti y las sabe.

—Apuesto que le preguntaron cosas que están en Wikipedia o en cualquier otra página de internet que esté repleta de chismes sobre música que le gustan a los adolescentes —puse mis ojos en blanco.

—Sí, pero se saludaron en cuanto regresaste del baño.

—Sí, tal vez sí lo hicimos me sonrojé un poco debido a que me autodelaté—. Sí lo conozco, de hecho, tenemos historia; una historia muy bella —les conté a todos sobre Richard y yo.

—Esa historia está en internet —Richard me interrumpió a la mitad de contar lo que estaba contándoles.

—Perdón, pero ¿qué acabas de decir, Richard? ¿Nuestra historia está publicada en internet? ¡Dios, no la veía venir! ¿Qué más? —¿mala actuación? Tal vez, ¿sarcasmo? Definitivamente, pero en serio no lo sabía.

—Está en internet —Richard lo repitió.

—¿Cómo sabes que está en internet? ¿Estás muy seguro de eso? —tengo que admitir que sí entré en pánico y sentí una gota de sudor frío bajando por mi frente.

—Sí, estoy seguro. Y lo sé porque la leí y porque yo la publiqué —pensé seriamente en lanzarme contra Richard; darle un par de puñetazos y tal vez dejarle un par de moretones. Probablemente, yo habría terminado muerto.

—Perdón, pero ¿con el permiso de quién o por qué hiciste lo que hiciste, Ricardo? —claramente, no me calmé ni lo intenté hacer.

—¿El mío? Y no me llamo «Ricardo» —Richard dio un par de pasos al frente y se acercó a mí—. Tal vez lo hice porque también es mi historia y porque tengo el derecho de publicarla. Además de dar mi punto de vista.

—Ok, creo que nosotras y nosotros nos vamos de aquí ahorita mismo —Camila y el resto de los bailarines se dirigieron a la puerta de salida del salón de ensayos.

—¡Alto! —levanté mi mano derecha, extendida a la altura del corazón—. Voy con ustedes —volteé a ver a Richard—. El ensayo terminó por hoy y ya lo sabes, las puertas se cierran.

—Me rindo —habló Richard—. No publiqué la historia y es mentira que está en internet, pero es que me estás tratando con tanta indiferencia que inventar algo fue una manera perfecta de que enfocaras tu atención en mí. Ni siquiera sabes cómo es que llegué al estudio o cómo es que supe que estás aquí.

¡Eso es pura mierda! —grité y, todas las personas que se encontraban ahí, voltearon a verme con una mirada preocupada—. Supiste que estaba aquí porque lo subí a Instagram hace un rato cuando fui al baño. Debí haberme tardado mucho, porque estabas aquí en cuanto ingresé nuevamente al salón para seguir ensayando.

¡NO ES MIERDA! ahora sí Richard me gritó en inglés y él casi no lo hacía—. Estoy tan jodidamente enamorado de ti y me tratas tan mal; como una mierda, que no entiendo por qué.

Anochecer Tras El Amanecer (Dylan's Version)Where stories live. Discover now