𝐒𝐈𝐗𝐓𝐄𝐄𝐍𝐓𝐇!

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Sí.

Nos volvimos cercanos. Muy cercanos, supe que de una u otra manera había encontrado un propósito más, algo más por lo que tenía sentido pelear contra los Desviantes. Pero como había dicho, Nesryn es un enorme mar, grande para explorar e impredecible. Su desarrollo era lento en el aspecto de sus poderes, se frustraba con rapidez y desconfiaba mucho de ella misma y sus capacidades, buscando la aprobación de Ajak e Ikaris en cualquier momento.

—A veces siento que no es suficiente, lo veo en sus ojos. — me decía mientras mantenía la vista fija en el cielo estrellado. Solíamos recostarnos en la arena, por las noches, cuando esta se volvía fresca y el pueblo se encontraba durmiendo.

—¿Crees que deba esforzarme más?— siempre hacia esas preguntas, y yo quería decirle que no, que no había falta que se esforzase de más, que podía ir a pequeños pasos pues total, nuestra vida no tenía tiempo límite. Sin embargo, algo que a ella no le gustaba era que le dijesen que no debía esforzarse, así que solo tomaba su mano y la apretaba con fuerza.

Se sentía cálido, de color anaranjado, como su traje, mi cariño hacia ella se sentía de ese color.

— Puedes seguir dando lo mejor de ti, Nes.

Apenas fueron meses los que pasamos en calma, antes de que muchos sucesos comenzaran a llegar, uno tras otro sin darnos respiro. La humanidad, los Desviantes, mi pareja, y nuestro propósito en la tierra.

El mar es de color azul, y cuando se llevaron a Nesryn, mi vida quedó teñida de ese color, que aunque la representaba, también hacía referencia a la profunda tristeza que quedó conmigo. Ni una sola gota de naranja, el azul lo consumió por completo, durante años, incluso comencé a tenerle un severo odio a las naranjas, y a las manzanas.

Malditas manzanas.

Quería seguir manteniendo su rostro en mi mente, nuestras memorias intactas, pero de nada me servía ser un controlador de mentes si la mía parecía renuente a querer recordar con detalles todo lo que tuviera que ver con ella. ¿Y si la buscaba?

De nada serviría, porque ella no me reconocería, porque se había olvidado por completo de mi, o bueno, la habíamos orillado todos a ello. La primera vez que la vi, después de años, fue por la televisión.

Vestida de morado, luchando y con una mirada tan tenaz, una que nunca le había visto, lanzándose de un edificio sumamente alto sin pensarlo dos veces, enfocando su rostro y colocando un encabezado.

«Ellinor Stark, la nueva Vengadora.»

Se le veía feliz, corriendo y saltando, saludando a algunas cámaras mientras pasaba sus brazos alrededor de una joven con traje rojo. ¿Cuando había visto una sonrisa tan grande en su rostro?, quizá nunca. Después de verla, el mar tuvo un poco de naranja.

Así que estuve pendiente de las noticias, de algunas notas en los periódicos, aunque era caro que los trajeran hasta el Amazonas, incluso pude permitir que se plantaran manzanos cerca. Pero naranjas no.






La torre de los Vengadores era bastante grande, espaciosa, e incómoda. Sí, el ambiente se había vuelto bastante incómodo. Aún con las manos dentro de los bolsillos de la chaqueta podía ser capaz de confirmar que nuestras visitas no eran bien recibidas. Los nervios me abundaban, de pies a cabeza, pero intentaba mantener un rostro sereno.
Un pequeño ruido del elevador fue lo suficientemente tentativo para que volteara a ver, a verla.

Todo se lleno de naranja.

Su cabello corto, la mochila que se colgaba en su hombros y aquel uniforme escolar azul. No me importo en lo absoluto que me hubiera lanzado una mirada interrogativa, ni que se haya pasado de nosotros para irse directo con su padre, simplemente verla me había alegrado y agitado más de lo que había pensado.

Pero supe con ese vistazo que aquella Nesryn era totalmente diferente, con tantas perforaciones en la oreja, en ambas, que cuando movía su cabeza los aretes tintineaban entre ellos, las uñas largas y pintadas, además de que un claro tatuaje se dejaba ver por su muñeca izquierda.

Seguía siendo naranja, aunque el morado podía describir un poco de ansiedad, así que si, estaba ansioso, pronto el azul se llenó de naranja y el naranja se combinó con el morado.

Supongo que cuando comencé a acompañarla a la escuela me sentí un poco parte de su rutina diaria, era divertido verla aparentar tener  diecisiete, frustrarse con las tareas pero entrenar con más fuerza de lo que alguna vez nosotros creímos. Asestaba golpes, con fuerza, y era muy complicado verla quejarse o hacer una mueca de dolor ante los golpes que recibía, en las costillas, en el estómago o en los brazos, siempre se levantaba a por más.

La determinación y constancia también podía verse de un color morado. Había bastante morado.

—¿Tú y yo...? — la escuche preguntar una calle antes de llegar a su escuela, caminábamos por la acera, se había ajustado con fuerza la mochila. Me quedé callado, porque era divertido verla morderse los labios ante lo nerviosa que estaba para formular la pregunta. —. ¿Tuvimos intimidad alguna vez?, es que, si es así, pues le mentí a mi padre lo de virgen hasta el altar...

El naranja y el morado estaba teniendo una enorme batalla, e incluso comenzó a oler a manzanas.

. Éramos una pareja, ¿muy activa...? Es lo que te puedo decir, a no ser que desees detalles. — el bochorno llegó con la misma rapidez con la que su instituto apareció frente a nosotros. Sí, le compraba café aunque sabía que estaba mal, me recordaba bastante a cuando era él encargado de mantener sus provisiones de manzanas intactas.

Si la manzana pintada de naranja y morado quería morir tomando café, aportaría a eso, o quizá prologaría su vida ayudándola a dejarlo. Pero el café que se volvió tan adictivo para ella pasó a ser mi nuevo sabor favorito sobre sus labios.

Así que Nesryn era un mar azul, con tonos en el cielo de color morado y naranja, con la brisa siendo de olor a manzanas y café, mientras que yo era aquel fotógrafo que fotografiaba sin parar al bello y estrepitoso panorama que se tenía enfrente. Echo para apreciarse, más no tocarse, no de más.

Aunque bueno, a veces al mar se le puede demostrar cariño.



¡Sí!, me perdí, lo sé, les traje un especial de Druig, porque casi no han sabido nada de él

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¡Sí!, me perdí, lo sé, les traje un especial de Druig, porque casi no han sabido nada de él.

Pronto empezaré las nuevas actualizaciones, y los capítulos serán más largos. Gracias por su apoyo, recuerden que si les ha gustado mi forma de escribir pueden seguirme para saber de mis nuevos fanfiction en un futuro.

Se les quiere, y gracias por la paciencia. ♡

©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀  𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶حيث تعيش القصص. اكتشف الآن