—Es extraño que Snape no me haya avisado a mi de la junta— dijo siguiendo a Anne.
—Talvez porque no quería molestarte hoy en tu día.
—¿Que significa?— preguntó el.
Ella no respondió en ese momento, pero siguió caminando hasta un salón donde hace tiempo dejaron de dar clases.
—Adelante— abrió la puerta y le dió paso a Malfoy.
Él entró con dudas, el lugar estaba prácticamente solo, había una manta en el suelo y velas que iluminaban un poco el lugar puestas en la ventana que estaba abierta y daba hacia el jardín.
—Feliz cumpleaños Draco— Anne dijo cerrando la puerta y sujetando un pastel con velita entre sus manos.
Las pupilas de Draco se dilataron al ver a su chica, no vio en qué momento se había quitado la capa y dejo ver un lindo vestido blanco , llevaba el cabello suelto y tenía un gorrito de cumpleaños.
Él no supo que decir, hacía mucho que no celebraba su día y le daban un pastel de cumpleaños, su madre le mandaba uno pero no era lo mismo.
—Anda apaga la vela y pide un deseo— dijo Anne dándole el pequeño pastel.
Malfoy sonrió, cerro los ojos y sopló la vela después le dió una pequeña mordida al pastel.
—y bien¿Cuál fue tu deseo?— preguntó Anne.
—Eso es secreto— contestó e inmediatamente besó a Anne, colocando sus brazos al rededor de la cintura y cargándola.
—Gracias por esto, bonita— le dijo Malfoy— no me lo esperaba.
—Te quiero y quería que tuvieras un día diferente.
Ella se sentó en la manta que estaba en el suelo seguido de el, tomo una servilleta y se sirvió un poco de pastel.
—Espero te haya gustado el pastel, yo lo hice.
—Con razón estaba quemado— dijo el de broma, Anne lo miro mal— es broma, estaba delicioso.
Se acercó a ella y le dió otro beso.
—basta de besos y come algo de lo que traje.
El solo río y revisó los pequeños refrigerios que habían envueltos en una servilleta de tela.
Entre risas y una que otra muestra de amor, los dos compartieron un día que a Draco sin duda jamás se le olvidará.
Él verdaderamente empezaba a amar cada parte y acción de Anne; desde el qué ella se ría de los chistes sin sentido de Malfoy hasta el ver el reflejo del sol a travez de sus ojos café.
No sabía en qué momento se había vuelto vulnerable hacia ella, y si eso era algo bueno o malo.
Decidió dejarse llevar y caer ante la mejor slytherin que pudo haber conquistado.
—Tengo algo para ti— Anne saco una pequeña bolsita de su bolso y se la entrego a Malfoy.
Dentro de ella había una pulsera, color plata con ciertos detalles.
Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.
