Seguí observando detalladamente los datos del chico hasta que la imponente voz de mi padre me devolvió a mi realidad.

-es de mala educación ver cosas ajenas!

-lo siento! Fue intencional

-anda! Ve a cambiarte, tu ropa ah estado fuera demasiado tiempo, no bacterias en esta casa Osmara

-lo haré

Con la mirada baja camine a la salida, gire la perilla y mi padre volvió a hablar.

-iras con Jorge y Linda a la noche de bolos, cierto?

-sobre eso...quería saber si me otorgas tu permiso -sonreí-

-sabes que no es común, pero solo por que son personas de confianza

-entonces? Puedo ir?

-lo harás! Pero olvídate de salidas por un largo tiempo

-te lo agradezco papá -me miro- padre! Perdón

Feliz salí de su oficina y fui a mi habitación, no me molestaba el echo de que me castigue o no me deje salir, no soy chica de muchos amigos ni mucho menos una chica de fiestas, desde pequeña estaba acostumbrada a mantenerme encerrada en esta fría torre infernal, tal cual la de una princesa de cuento, los siete días de la semana, las veinticuatro horas del día, estaba en casa. Siempre era de esa manera, y se había vuelto rutinario.

Me recosté en la gran cama y suspire por todo lo bueno de este día, una mañana fuera de la rutina, permiso para salir y sobre todo, feliz por conocer a aquel chico lindo, Emilio.

6:50 p.m.

Terminaba de darme una ducha tratando de relajarme, sorpresivamente lo logré, deje caer la toalla de baño, salí de este con solo sostén y bragas, puse crema corporal y cepille mi cabello con uno de mis cepillos para mis rizos un poco definidos. Acomodé mi ropa ahora puesta en mi cuerpo, me senté en el tocador de mi habitación, haría un maquillaje natural y sencillo, como el que hago todas mis mañanas de clases.

Rocíe loción en mi clavícula, muñecas y detrás de mi cuello, según se conservaba mejor ahí. Me mire en el gran espejo y forme una sonrisa de satisfacción, espero dar una buena impresión a pesar de que llevo una chamarra bastante gruesa a causa del frío y las recomendaciones de mi madre.

7:37 p.m.

Bajé y avise a mi madre quien se despidió con beso, camine con mi padre y abrí la puerta de su oficina y estaba atendiendo el teléfono, lo mire.

-sí! Disculpe -dejo el telefono a un lado- cuidado de hacer cosas inapropiadas para una mujer como tú Osmara -su consejo que más bien sonaba como regaño lo había escuchado un sin fin de veces- lo haré papá, nos vemos!

No obtuve respuesta solo volvió al telefono de su escritorio, esta mierda era siempre. Revise bien mis pertenencias y salí, en segundos el claxón del auto de Jorge sonó haciéndome reír por nuestra puntualidad.

Subí y los jóvenes esposos me vieron con cierto asombro en su rostro.

-acaso tengo algo -revise mi cara en el reflejo que tenían frente a la pantalla de mi celular, pero todo estaba en orden-

-no es nada niña banidosa! Solo que hoy te ves diferente, no lo se, intentas impresionar a alguien?

-qué? Claro que no! Siempre me visto así Jorge

-no, reitero mi idea, tú! Intentas impresionar a alguien

-vamos amor déjala! Somos mujeres y a cualquiera nos gusta vernos bien sin necesidad de llamar la atención de alguien

-te vigilo Osmara -entrecerró sus ojos y yo reí, me causaba risa el que Jorge siempre ah sido demás intrigoso-

Mire al pequeño Camilo dormido en su aciento para bebe a mi lado, su linda carita transmitió paz completa para mí, recargue mi cabeza en la ventanilla del auto, fría a causa de las gotas de lluvia.

Solo quiero llegar y toparme con esos hermosos ojos café oscuro, mi mente solo pide ver a Emilio.

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Primer cápitulo

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─── •✧✧• ─── 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬 ─── •✧✧• ─── ᵇʸ ᴱᵐᶤˡᶤᵒ ᴸᵃʳᵃWhere stories live. Discover now