─── •✧✧• ─── 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬 ─── •✧✧• ─── ᵇʸ ᴱᵐᶤˡᶤᵒ ᴸᵃʳᵃ

•01•

Jorge se despidió haciendo que saliera de mi trance, la mire y estaba jugando con Camilo, se veía realmente linda.

Los vi alejarse y suspire.

-y tú?

-yo qué?

-y esa cara de borrego a medio morir? -río-

-me enamore, me enamore de esa chica -sentí dibujarse una sonrisa en mi rostro, había alegrado li día por completo-

-la hija de Fernando Ortiz!

Que? No sabía que ella era hija de mi director técnico, era algo que me había tomado de manera muy sorpresiva; jamás podría acercarme a ella, esta fuera de mi alcance. Completamente.

-no inventes Emilio, ella no esta a nuestro nivel

Caminamos de vuelta a la salida.

-por qué lo dices?

-ella es una chica demasiado bonita, te has dado cuenta, cierto?

-si, lo hice -mis labios se movieron haciendo una mueca-

-es como una delicada muñeca de porcelana, la veo y digo, wow! Una chica así existe -Karel abrió la puerta de su auto y recargo su cuerpo en esta- cuida de la persona que te enamoras, cuida tu corazón esta vez hermanito mío!

Dio una media sonrisa, cerro la puerta y se fue. Sin más repetí sus actos con mi auto y salí de coapa. Era cierto lo que decía, debo cuidar mi corazón como lo debí hacer hace tiempo atrás, ella no estaba a mi alcancé, ni siquiera llego a verme bien, sus lindos ojos jamás se fijarian en alguien como yo.

Recién llegaba a mi casa, abrí la puerta principal y no había nadie en su interior, mamá y mi hermana acordaron de salir en una tarde de "chicas", y bueno yo, estaba solo.

La comida estaba postrada en la encimera de la barra pero no tenía apetito, pase de largo a mi habitación.

Decidí darme una ducha rápida, no tenía pensado hacer nada hasta la hora de salir con los muchachos a los bolos, espero verla ahí. Sonreí al recordar su hermosura y no pude evitar también sentirme mal, ella era alguien prohibida para mí, en primero por el echo de que somos distintos, somos de diferente clase social y eso se puede ver a kilómetros de distancia y por el otro lado, era la hija de mi entrenador, la mujer prohibida para mí, prohibida para todos. Era la regla más importante para su padre, mantener distancia de la personal, en esepción de Sánchez.

Encendí la play, conecté mis audífonos a la computadora frente a mí, espere que el juego se iniciara completamente, espere ansioso y hasta hacerlo tomé el control y comencé a mover mis dedos por el joystick.

...

Las horas pasaron y por fin llegaron las ocho de la noche, tome la ropa que usaría y comencé a ponerla en mí. Tarde unos cuantos minutos, rocíe loción por mi espalda, cuello y ropa para salir de mi habitación, baje otra vez y no había nadie, valla! Las cosas de mujeres si que se toman su tiempo.

Encendí el motor de mi auto y salí a carretera, la ciudad estaba tranquila, raro. Siempre preferí la noche antes que el día, es más serena y creo que todo fluye mejor de noche, el lugar era algo retirado pero las calles eran cortas, llegaría a buena hora y gracias al cielo tráfico no había.

Fui el primero en llegar, estacione mi auto y recargue la cabeza en el respaldo del asiento, mis ojos comenzaban a pesar, no sabía el porque pero deje que el sueño poco a poco se apoderaba de mi cuerpo.