"¡Es un hecho! La mafia de los Black Dragon ha renacido de entre las cenizas y en tan poco tiempo se ha vuelto casi tan poderosa como Bonten, la mafia número uno de Japon."
"Brahman ha perdido contra la nueva generación de los Black Dragon y ahora s...
Si era cierto eso entonces no debía subestimarlos porque estaban actuando en el mejor momento, eran inteligentes.
-¿Qué haremos Mikey?-preguntó Draken.
El chico ya había terminado de comer y se había parado sacudiéndose la ropa con tranquilidad.
-Acabaremos con este obstáculo cuanto antes-respondió-después destruiremos a los Black Dragon.
Caminó hacia el rubio y sonrió.
-Tenías razón, Takemicchi-le sonrió, después se giró hacia Sanzu-encargate de él.
Sanzu asintió y sacó una pistola, el hombre comenzó a negar con la cabeza mientras suplicaba por su vida.
-Te hubiera dejado vivir si hubieras hablado desde un inicio-le dijo antes de dispararle en el entrecejo.
A pesar de esas palabras el rubio ya sabía que no tenían pensado dejar vivir a ese hombre en ningún momento.
Mikey pasó su brazo por su hombro y comenzó a caminar junto a él, Draken los miró sin decir nada pero caminó junto a ellos.
-Programa una reunión para mañana por la mañana, Kenchin.
-Te dije que no me llamaras Kenchin, Mikey-bufó el más alto.
Takemichi volteó hacia atrás al sentir la mirada de Sanzu sobre él, este lo miraba con el ceño fruncido y el rubio no pudo evitar sonreír con burla.
Sabía que Sanzu no había dicho nada sobre sus sospechas porque no tenía ninguna prueba y le divertía verlo así.
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Había pasado mucho tiempo que no pisaba la sala de reuniones, había estado ocupado esas últimas semanas con su plan de acabar con Bonten y luego sucedió que alguien trató de matarlo y que Tenjiku se estaba haciendo pasar por Black Dragon que no tuvo tiempo de hacer una reunión con todos sus hombres de alto rango.
Pero ahora que sabía que Tenjiku era el responsable de infiltrar a uno de los suyos y hacerse pasar por ellos supo que era hora de reunirlos a todos para darles las siguientes indicaciones de su plan.
La sala de reuniones estaba en el último piso a varios metros de su oficina, la habitación era un poco más pequeña que su oficina pero era lo suficiente espaciosa para que todos los miembros importantes de Black Dragon pudieran sentirse cómodos.
A diferencia de la sala de reunión de Bonten que solo era una mesa enorme, la sala de reuniones de Black Dragon solo tenía una pequeña mesa de cristal en el centro y todos se sentaban cómodamente en los sofás negros.
-Las cosas con Bonten están sucediendo más rápido de lo esperado-dijo Takemichi mirando a todos los presentes-y probablemente en unas semanas quieran acabar con nuestro imperio.
-Por lo que aprovecharemos estos días para sacar la nueva droga en la que hemos estado trabajando-continuó Hanma-para hacerlos entrar en presión.
Takemichi miró a Inui y este último supo qué parte del plan seguía.
