Parte única

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El odio reverberaba hasta los más profundo de sus entrañas, el deseo de matar fluctuaba como el vaivén de las olas del mar, las mismas olas que habían matado sus sueños hace tres años. Y el responsable de haberle arrebatado todo, justo ahora estaba enfrente de él, tan miserable, desvaneciéndose entre sus dedos como el agua corriente.

No podía permitir que Duan Wen sospechara, y aunque anteriormente había confesado su papel como informante, aun debía mantener el teatro que había iniciado con Xie Qingcheng ahora con este hombre que se había atrevido a poner sus asquerosas manos sobre lo que es suyo.

Si fuera una obra de teatro normal los espectadores habrían comenzado a jadear con horror, con las pupilas fijas en el escenario, devanando en sus cerebros sobre si lo que estaban viendo era una muy buena actuación o era asquerosamente real. Los actores habían roto el límite de la actuación y frente a ellos tenían una escena realmente brutal.

Pero, sí el público son la gente de Mandela siendo cada uno de los integrantes más retorcido que el anterior, se convierte en un verdadero deleite, el desconocimiento de lo qué es real y lo qué es ficción, después de todo ese era el mundo que tanto anhelaban crear.

Las marcas de los golpes y los pisotones se habían convertido en manchas rojas en la piel del joven oficial. Incluso el mismo He Yu podía darse cuenta que ese niño que jugaba a ser policía había cambiado, produciendo que la irritación creciera en su pecho. Si él podía verlo, cómo sería posible que Xie Qingcheng no lo notara y terminara entregándose a sus brazos como nunca lo había hecho con él.

Al principio quiso tomar a Chen Man por los cabellos, pero en cuanto sus dedos se clavaron en su cabeza sus uñas rasgaron en cuero cabelludo sin poder aferrarse a ningún mechón debido al corte de cabello corto.

Impotente, lo sujetó por el cuello de la camisa. Por momentos lo arrastraba y en otros lo empujaba. Tantos días de encierro y de estar encadenado habían dejado débiles las extremidades del mal nacido de Chen Man por lo que podía manejarlo a su antojo, como un muñeco de trapo que había rescatado de la basura.

Después de salir de la celda, ninguno había hablado. He Yu estaba tan molesto que sentía que si hablaba no podría controlar su ira y arruinaría el curso de la misión, destruyendo su mayor o tal vez la única oportunidad, guiado únicamente por sus asuntos personales; no era la clase de perro egoísta que todos creían que era. En cambio, Chen Man se sentía tan humillado por lo que acababa de pasar hace un momento y aun era incapaz de procesar la última confesión de He Yu.

El odio entre ambos estaba tan arraigado en sus corazones y en sus mentes que hacía parecer que la única solución para lograr destruir la Isla Mandela, era cargar con un frasco de nitroglicerina que podría estallar en cualquier momento ya sea en las propias manos o en las del enemigo.

He Yu era consciente de que sería difícil que Chen Man confiara ciegamente en él, la única persona que podría convencerlo de que estaba de su lado y que debía cooperar con ellos para tener éxito en esta batalla, era Xie Qingcheng. Sin embargo, se negaba profundamente a llevarlo ahora, si lo hacía resultaría sospechoso, después de todo su actuación había sido dirigida a usarlo como un sujeto de prueba para la sangre Gu, así que antes de encontrarse con Xie Qingcheng debía darles una escena inolvidable y que disiparía cualquier desconfianza dentro del laboratorio.

Aunque en el fondo lo que más deseaba era retrasar ese encuentro. No se sentía listo para ver el rostro de Xie Qingcheng cuando se reencontrara con su nuevo amante. Los ojos anhelantes que nunca lo vieron a él, corriendo a sus brazos después de descubrir que realmente lo había traído de vuelta en una sola pieza.

Lo arrojó en el laboratorio después de abrir la puerta a partir del reconocimiento biométrico. Chen Man cayó al suelo dándose de lleno en la frente contra el piso, la piel se abrió enseguida y la sangre comenzó a brotar.

Del odio a la lujuria sólo hay un paso estrechoWhere stories live. Discover now