Omega

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Los omegas en las grandes aldeas e incluso en algunas pequeñas, tenían las cosas bastante sencillas, sin embargo, aquellos que vivían en pequeños pueblos tenían todo menos suerte.

—¡Cuántas veces te he dicho que quiero la cena preparada para cuando llegue del trabajo! — exclamó con enojo un rubio de ojos verdes — ¡¿Eh, Minato?!

Prueba de lo que dije, es Minato, Namikaze Minato, un omega nacido en alguna aldea pero vendido por su padre apenas esté era un pequeño, pues le mayor no quería un hijo omega.

Eso derivó en que el pequeño Minato, de apenas dos años, fuera vendido a cambio de una vaca.

"No vale más que eso" aseguraba su padre.

Debido a eso, cayó en las manos de un viejo de cincuenta años, el cual, hasta el momento, únicamente lo golpeaba y abusaba de él cada que podía.

Eso lo tenía harto, cansado y muerto por dentro.

--'Si tuviera la fuerza, lo mataría' -- pensaba el pequeño cada que aquel hombre terminaba de usarlo -- 'Pero… ¿Y si la tengo y no la he descubierto?'

Decidió intentarlo, al fin y al cabo, no podía quitarle nada, su vida no le importaba, no tenía posesiones materiales y no tenía ninguna relación con alguien en ese pueblo.

Estaba solo y lo más que podía hacer ese hombre era matarlo.

[×××]

Horas más tarde, en medio de la noche y sólo guiado por los leves rayos de luz que la luna le ofrecía, el pequeño rubio caminaba por el bosque, sin importar nada.

Su ropa rasgada y cubierta de sangre, varios moretones en su rostro y cuerpo, junto con una gran cortada a lo largo del vientre, mal vendada y sangrante.

Aun así, el pequeño no lucía aterrado, tampoco parecía adolorido, al contrario, parecía feliz una radiante sonrisa estaba en su rostro mientras caminaba descalzo por el bosque.

--'Lo logré' -- era lo único que se repetía

Hace apenas una hora había tomado un cuchillo e ido a la habitación de "su dueño" y lo había acuchillado en el estómago. El contrario respondió defendiéndose, pero, al final, Minato terminó por vencer la pelea, encajando más en cuchillo y luego volviéndolo a encajar en el pecho del contrario.

Luego de eso, salió de esa casa, no sin antes encenderla en llamas, para luego largarse de ahí, triunfante y renovado.

Camino sin rumbo, por horas, hasta que, ya al amanecer, a las afueras de una aldea, una joven pelinegra lo vio y corrió en su auxilio, acercándose a él para tratar de ayudar.

--¿Me oyes? -- preguntó, pensando que el contrario estaba en shock -- ¿Qué te sucedió? ¿Por-Por qué estás tan herido?

--¡Mikoto! -- se escuchó -- ¡Te dije que-! -- el dueño de aquella voz era Fugaku, quien estaba ayudando a la contraria a entrenar -- ¡¿Y este por qué está así?!

--¡No sé! -- respondió alterada

Ante la falta de respuesta del rubio, que realmente estaba cansado, hambriento y shockeado, el castaño lo subió a su espalda y corrieron de vuelta al complejo Uchiha, pues el hospital de Konoha estaba demasiado lejos.

--¡Padre! -- exclamó mientras abría la puerta de un portazo

--Fugaku -- suspiro cansado -- Ya te dije que no te vas a ir de la- ¡¿Qué carajos le paso a ese niño?!

--¡¿Y yo qué vergas voy a saber?!

--¡Pues tú lo traes!

--¡Pero lo encontró Mikoto!

--¡Así llegó! -- se defendió esta

--¡Traigan un médico! -- ordenó el padre de Fugaku -- Déjalo en el cuarto de invitados y esperen con él

--Sí

[×××]

--¿Q-Qué crees que están diciendo? -- preguntó la pelinegra, hace pocas horas que el médico había llegado y los habían sacado a ambos y, hasta el momento, no habían salido

--No tengo idea

--Con su permiso -- hablo Hiruzen mientras entraba a la casa

--Hokage-Sama -- ambos menores hicieron una reverencia

--Fubaka, Mikoto-chan -- ambos voltearon tras el Hokage, donde Kushina venía cargando un sin fin de papeles, todos que, por alguna razón, el Hokage necesitaba

--Fugaku, llévame con tu padre, por favor y ayuda a Kushina

--Sí

[×××]

Dentro de la habitación, unos minutos más tarde, el Hokage, hablaba con el líder Uchiha sobre qué pasaría con el rubio.

--¿Qué haremos con él, Hokage-Sama? -- cuestionó el líder Uchiha

--Primero necesitamos ver si tiene familia, de no ser así, lo mandaremos a un hogar para omegas, ya veremos que sigue

Tras esas sencillas palabras, el Sarutobi salió de la habitación, dos ninjas médicos llevaban en una camilla al pequeño rubio que estaba más que dormido.

Antes de salir de la residencia, Hiruzen se detuvo para hablar. --Kushina, por favor, trae las cosas del niño al hospital y quédate junto a él mientras buscamos a sus familiares -- la orden fue acatada sin ningún inconveniente, así fue como la pequeña Kushina pasó un aproximado a seis horas sentada a un lado de la camilla del omega rubio

--'Que aburrido' -- pensó la pequeña, claro, luego desearía ese aburrimiento de vuelta, pues, de la nada, sintió como un cuchillo se posaba en su garganta

--Cartera y celular, krnal

Así es, mis amigos, Minatito despertó, pero eso lo veremos en otro capítulo. ¿Por qué? Porque ya no tengo ideas para este.

Wenas wenas

Volví, sí, sigo viva *dance*

Bueno, tengo algunos planes para esta madre, pero ninguno 100% confirmado

Eso sí, Minato no se la dejará fácil a Kushina >:3

Ustedes que creen que pasará?

Será que Fugaku si se fuga de la aldea?

Será que Minato le quite a Kushina su cartera?

Bueno, esperen a qué me llegue la inspiración *dance*

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⏰ Última actualización: Mar 24, 2022 ⏰

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El omega de una alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora