Parte 2

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POV: Susana.

Estoy encerrada llorando en el baño de un avión de clase media. ¿Que cómo acabe de esta forma? Pues todo comenzó cuando mi representante me dijo que debería hacer un viaje...

Recuerdo muy bien ese día. Yo me había despertado por culpa de los rayos del sol que me molestaban en la cara, y cuando me dirigí al armario, saqué lo primero que encontré: un vestido midi con GG bordado, Gucci, claramente. 

No conocía el lugar donde debería ir, solo que se llamaba la Estación Lanús y que tenía que tomar el 520 B, y luego me pasaría a buscar el mismísimo Alberto Fernández para darme un recorrido por Polonia.

Bajé por las escaleras de mi mansión después de maquillarme, tomé mi bolso y con la sube en la mano, camine hasta la parada del colectivo. Esperé ahí bajo el sol ardiente y escuchando las palabrotas de la gente. 

Cuando al fin llegó, empujé un par de nenes que se habían colado y subí apenas sosteniendome.

- ¿hasta donde?

preguntó el colectivero con cara orto.

- eh...

- dale flaca, vas para la estación¿¿?

si yo hubiera sabido lo que me esperaba, no habría respondido, habría dejado que mis instintos me guiaran nuevamente a la seguridad de mi mansión. Pero no lo hice, y entonces la conocí.

- bueno eh, a ella le hablas bien. payaso

de repente había aparecido ella con un pantalón deportivo y una camiseta de la selección y los labios rojos. Se había bajado el barbijo, y mientras muerde un chicle, me habla con dulzura

- ¿cómo estás, bebeta? ¿vas para la estación?

de los nervios que sentí al verla, asentí con la cabeza y me sonrojé furiosamente.

- dale, cobrame uno hasta allá

sin ganas de discutir, el chofer lo hizo y nos dejó pasar. Recuerdo que nos sentamos en el fondo, en los últimos cinco asientos y yo todo el tiempo miraba al piso nerviosa, pues su presencia dominante me hacía sumisa.

- y bueno

- ¿qué?

yo pregunte inocentemente

- ¿cómo te llamas?

- María Susana Giménez Aubert -dije y me mordí el labio con deseos de decirle más y no me contuve- pero vos podes decirme Susy

- de una, yo soy Ana María Casanova, mejor conocida como Moria Casán

hasta su nombre sonaba precioso, en ese momento caí por ese par de ojos fantasmales y mi omega interior chilló de alegría.

- y-y- contame más de vos, Moria

- bueno, para serte sincera, no hay muhco que decir

- ay no te hagas, decime

quería saber todo sobre ella.

- bueno, si te pones así.... 

me sonrio de lado y me miro fijamente

- soy una actriz de teatro, cine y televisión, ex modelo, conductora, empresaria y representante artística argentina, considerada una de las grandes artistas femeninas del país; trabaje en diversas obras teatrales en la calle Corrientes, Mar del Plata y Villa Carlos Paz. También protagonice numerosas películas, participe en comerciales y conduje varios programas televisivos de talk show. En 2005, fui candidata a diputada nacional por el Partido Federal de Centro, luego de mi apoyo al expresidente Carlos Saúl Menem, pero no obtuve los votos necesarios para consagrarse como tal. En el año 2008 abri una escuela de arte. Una sala del teatro Broadway lleva mi nombre desde el 2 de abril de 2010. Fui primera figura de muchos espectáculos en la época de oro del teatro de revistas, realizando también temporadas en la Torre Eiffel de París, Francia, en Las Vegas, Estados Unidos, en Tokio, Japón, en Valencia, España, en Río de Janeiro, Brasil, en Santiago, Chile y en Asunción, Paraguay.

deje de escucharla, no solo perdida en sus palabras, sino también en sus ojos. le sonreí todo el viaje, a cada cosa que dijo, incluso sobre sus exmaridos, su hija y sus nietos, no me importó nada, yo la amaba.

- cbueno che, contame algo tuyo q sé yo

- ¿querés que te diga?

- lo que quieras

- bueno, mi tipo ideal son las mujeres argentinas, nacidas el 16 de agosto 1946, midienco 1,78, agnostica, pelinegras, con unos ojazos... 

Moria se rio de mí y rodeo mis hombros con su brazo, comenzando a liberar feromonas que alejaban a todos los demás alfas de mí

- decime algo que no sepa

- antes ya nos habíamos encontrado...

- ¿te acordás? -me dijo ella sorprendida

- por supuesto que sí, amor mío -me dice ella y se acerca más a mí- de hecho, tengo que confesarte que desde entonces, desde 1981, no dejo de pensarte

esa confesión me tomó por sorpresa e hizo que me sonroje, Moria aprovechó ese momento vulnerable y tomó mi mano

- querida Susy, ¿te puedo pedir que nos casemos?

dios míos esperé tanto por este momento.

- SISISISSISI -lloraba de la emoción- POR SUPUESTO QUE SÍ

y mientras mis lágrimas caían como una catarata, Moria sacó un anillo de biyu q tenía en el bolsillo y me lo coloco en el dedo

cuando estábamos a punto de besarnos, ese momento tan esperado y que sentía que sería como un estallido de fuegos artificiales en mi estómago, fue interrumpido por un lomo de burro seguido de un bache que nos hizo saltar y que nos doliera el

- auch auch auch

me quejé al mismo tiempo que cerraba mis ojos

a lo lejos, el chofer grito

- LLEGAMOOO'

con Moria nos bajamos en la estación y apenas bajamos, felices por nuestro noviazgo, me encuentro a Alberto esperándome como un avión 

recuerdo de repente el motivo de mi viaje y todo ese tiempo transcurrido que parecieron horas y meses, o años. 

Siento como me arrancan el corazón del pecho y muero lentamente de tan solo imaginar que debo alejarme de Moria

- ¿Y Susy? ¿por qué tardaste tanto? - Alberto

- ¿Susy? - murmura Moria

- te lo puedo explicar -digo nerviosa

- explicar qué¿ -se metió alberto- dale, para arriba que se nos va la reserva del hotel en Polonia

obligada subí al avión y me encerré en el baño, sufriendo este desamor horrible, desagradable y terrible.

eso nos trae al presente. ¿será que ella me perdonará? ya no lo sé

pero me moriría si no lo hiciera

oh no, si tan solo no la hubiera conocido todo sería más fácil

no, ella no tiene la culpa de mis decisiones y mis despistes. pero sí de haberme enamorado con su carrera

solo lloro deseando volver a verla....


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El secreto de las trolasWhere stories live. Discover now