- No me causa ninguna molestia, ¡Dios! No vuelva a causarme esta pena ¿Qué sería de mí sin usted? Sin mi cielo yo no podría seguir adelante.

Estas palabras causaron que el señor Chiva-aree se incorporara un poco en su lecho, se acomodó y suavemente tiró de la mano del joven. Acercando su cuerpo más hasta el punto de quedar casi uno sobre el otro. Esto sobresaltó al joven, lo miró y dejó que su cuerpo hiciera lo que en ese momento quería. Con una mano tomada a la otra y la otra libre apoyada en la cama quedó a escasos centímetros de Bright.

- Me gusta escuchar eso de usted – dijo el señor Chiva-aree – yo tampoco sabría qué hacer sin usted en mi vida.

Las miradas conectadas, mariposas en los estómagos, la piel rozándose creó una atmosfera intensa. Si bien el señor Chiva-aree estaba enfermo, en ese momento ninguno lo recordó. El efecto que el joven causaba en Bright era como su medicina. Su cuerpo cada vez lo reclamaba más y sentía que en cualquier momento podría pasar la línea, pero aún no estaba seguro, no iba a presionarlo, jamás lo haría.

- Ahora va a tomar sus medicinas, iré por agua fresca para bajarle la fiebre – dijo poniéndose de pie.

Ambos sintieron el vacío, la lejanía de los cuerpos, como si esa distancia fuera infinita.

- La mia luce, gracias por cuidarme, estoy profundamente agradecido con usted, ha tocado mi corazón como no se imagina.

- No tiene que agradecerme, usted hizo lo mismo por mí. Ahora es mi turno, descanse, iré por agua y algo para que cene, vuelvo en seguida il mio Paradiso.

Salió de la habitación, cerró la puerta y se recostó en ella, agitado, llevó una mano a su pecho intentando calmarse, la cercanía al cuerpo de Bright, su cielo lo había vuelto intranquilo. Tomó aire para calmarse, tocó sus mejillas ardientes con ambas manos y caminó rumbo a la cocina.

Vertió agua en un vaso, tomó una charola para poner fruta picada y volvió escaleras arriba, con la esperanza de que su inquieto corazón no se acelerara de esa forma, que lo delatara.

Vertió agua en un vaso, tomó una charola para poner fruta picada y volvió escaleras arriba, con la esperanza de que su inquieto corazón no se acelerara de esa forma, que lo delatara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Entró de manera silenciosa, encontrando al señor Chiva-aree despierto y observándolo.

- Le traje agua fresca y frutas, debe comer – dijo el joven.

- Gracias, siéntese conmigo – se removió en la cama y palmeó a su lado fue ahí cuando comenzó a toser, el joven le acomodó las almohadas y le acercó el vaso con agua.

Su rostro evidentemente preocupado por la fiebre y esa incipiente tos le deformaron el rostro, Bright notó su preocupación.

- Por favor no se preocupe por mí, voy a estar bien, ya lo verá.

- Sé que va a mejorar pronto, le he traído fruta, luego se va a cambiar la ropa porque está mojada en sudor y va a descansar, mañana le visitará el médico. Esta noche lo cuidaré, así que procure no esforzarse.

- Me preocupa su salud ¿su familia estuvo de acuerdo en que usted se quedara aquí esta noche? -preguntó inquieto.

- Yo estoy bien, mandé mensaje a casa. Sólo descanse.

Esperó a que comiera y luego le dejó ropa para que se cambiase, al notar que no se movía supo que estaba débil, se acercó hasta quedar cerca.

- Le ayudaré con eso, yo... cerraré los ojos y se pondrá esta ropa seca – dijo nervioso el joven.

- No se preocupe, no me avergüenza que usted me vea, pero estoy muy cansado y preciso de su ayuda, se lo agradecería – dijo elevando sus brazos.

En ese momento, el joven levantó el pijama dejando al descubierto su pálida piel, aún húmeda debido a la fiebre que casi no daba tregua, rápidamente le ayudó a cambiarse elevando sus ojos al cielo, evitando mirarlo fijamente. Esto provocó que Bright sonriera.

- Las mejillas de il mio luce se han sonrojado ¿es que acaso le avergüenza este débil cuerpo? – pregunta tiernamente.

- Sepa, que il mio Paradiso goza de un cuerpo hermoso, admirable a mis ojos, pero que no es correcto bajo estas circunstancias, por favor, no atormente a este pobre corazón y descanse. Si usted quiere puedo leerle para que entre a los brazos de Morfeo – dijo el joven.

Tomó de un escritorio cercano un libro de Mary Shelley y comenzó la lectura. Bright se hizo hacia un lado para dejarle espacio para que se sentara cerca de él.

El joven comenzó a leer:

"Amar en Soledad y Misterio;
Idolatrar a quien nunca querrá mi amor;
Entre mí mismo y mi elegido santuario
Un oscuro abismo bosteza con temor,
Y pródigo para uno, yo mismo un esclavo,
¿Qué cosecharé de la semilla que cultivaba?

El amor responde con una preciada y sutil mentira;
Porque él encarna tan dulce aspecto,
Que, usando solo el arma de su sonrisa,
Y contemplándome con ojos que encienden afecto,
Ya no puedo resistir más el intenso poder,
De venerarlo con todo mi ser".

Al terminar el joven mira atentamente al señor Chiva-aree, éste nota el cambio en el género del poema, cambiando un ella por un él, eso le causó una ternura infinita, escucharlo declamarle poesía, su voz hermosa resonaba en sus oídos, su cuerpo se relajó mientras él recostaba ahora su cabeza en el regazo del joven.

Suavemente comienza a acariciarle el cabello, pasando sus dedos tímidamente por sus facciones, sintiendo como se relajaba y entraba lentamente a los brazos de Morfeo.

Miró a su alrededor y pensó ¿Dónde dormiré? Se inquietó al recordar que no pidió una habitación o una cama improvisada. Mordió su labio ante la idea de quedarse ahí a su lado ¿sería correcto? ¿estaría bien? Se dijo a sí mismo que era para cuidarlo y vigilar su fiebre. Lo acomodó suavemente sobre las almohadas y tocó su frente, ya no se sentía tan caliente su cuerpo y eso fue un alivio. Cerró sus ojos unos instantes y durmió.

Esa noche despertó varias veces, cada vez que sentía al señor Chiva-aree moverse o toser. Trató de hacerse a la orilla lo que más pudo, pero fue en vano, el señor Chiva-aree insistía en aferrarse a él.

A la mañana siguiente, el joven despertó primero, se sentó rápidamente recordando la visita del médico. Tocó nuevamente el rostro de Bright, aún quedaba algo de calentura, pero no tanto como la tarde anterior. Tomó todo lo necesario para ir por más agua y seguir ayudándolo a bajarle la fiebre.

Al llegar a la cocina, se encontró con el mayordomo quién lo observó por un momento.

- Joven, está usted visiblemente cansado ¿Cómo ha pasado la noche el Señor?

- No se preocupe por mí. Él ha descansado, pero la fiebre baja muy poco. Necesito que le cambien la ropa de la cama y traigan más toallas y ropa para cambiarlo – dijo esto bajo la atenta mirada del mayordomo.

- Se ve que el joven Metawin sabe mucho de esto – dijo haciendo una reverencia para ir a buscar lo necesario.

La puerta principal fue golpeada y alguien del servicio fue a abrir, el joven iba saliendo rumbo a la habitación del señor Chiva-aree cuando escuchó una voz muy conocida y sintió miedo.

~Miss Winita 🐰
___________________*

Hola a todxs!!!!

Qué les pareció? Win de enfermero 😏

Sueño con que me lea poesía 🙈❤

Y durmieron juntos! Otra vez!!!!!! Omaigadddddd eso es pecado jajajajaj

Quién llegó??? 😳

Recuerden votar👇 y leo sus comentarios 👀

Lxs amodoro! 😘❤

Cuestión de orgulloWhere stories live. Discover now