Temía miedo de lo que pensaría Hinata, ¿Qué diría si supiera que su novio y hermano habían tenido sexo? De tan solo pensar en eso se culpaba.

Era por eso que se había dejado golpear por Naoto, además de eso, nunca le levantaría una mano al hermanito de su difunta novia.

Takemichi volvió su mirada al pelinegro. Algo que también le molestaba mucho a Tachibana era la mirada cansada en el rubio.

-¿¡Piensas arriesgar tu vida infiltrandote en esa organización!? No me molesté y te permití que trajeras de vuelta a los Black Dragon pero no te permitiré arriesgar tu vida estando directamente en Bonten-le gritó-¿¡Qué crees que pasaría si supieran que el líder de los Black Dragon se está haciendo pasar por uno de Bonten!?

El plan original era que alguien más se infiltrara con Chifuyu sin embargo tenía miedo de que algo le pasara a su compañero si no estaba con él, por eso decidió usarse a sí mismo para infiltrarse a Bonten y así cuidar a su compañero.

No le había contado eso a Naoto ya que había sido una decisión tomada al último momento y en ese entonces aún no se hablaban, tampoco quería decirle ya que sabía que se pondría así cuando se enterara.

-Nunca lo sabrán hasta que llegue el momento-respondió con seguridad el rubio.

Lo tenía todo bien calculado que incluso si fuese descubierto no se permitiría morir sin antes vengarse y llevarse a Manjiro al infierno.

-¿Y sí lo descubren antes qué? ¡No te permitiré que te suicides de esa forma! ¡Eres todo lo que me queda así que por favor no me dejes sólo porque sin ti no podría hacerlo!

Esas palabras causaron un dolor en su corazón, más cuando vio los ojos llorosos en el rostro serio de Naoto.

-Tienes a tus padres, no estás solo-respondió mientras se levantaba y se alejaba del chico ya que no podía soportar verlo de esa forma.

-Eres todo lo que me queda-volvió a decir con la voz entrecortada y en un tono lleno de rabia-Mikey ordenó matar a mis padres hace unos días.

El rubio detuvo su paso al escuchar esas palabras, se giró hacia el pelinegro quien hacia todo lo posible para contener las lágrimas. Eso fue suficiente para Takemichi.

Se acercó a él y lo abrazó, Naoto lo abrazó con fuerzas dejando que sus lágrimas se deslizaran por sus mejillas. Cuando se separaron el rubio limpió las lágrimas que aún querían salir.

-Es por eso que no puedes morir, ¿Lo entiendes?

-No moriré-vio a Naoto relajarse-pero no me saldré de Bonten.

Tachibana ya se lo esperaba pero se sentía más aliviado saber que le había asegurado que no moriría porque si Takemichi decía que no moriría entonces no lo haría porque creía en sus palabras.

-¿Desde cuándo?-preguntó el pelinegro refiriéndose a cuando se había infiltrado en Bonten.

-Hace cerca de un mes-respondió sentándose junto a Naoto.

Tachibana asintió lentamente.

-Escuché que mataste al hombre que me disparó.

El rubio no respondió pero Naoto entendió que si lo había hecho. Realmente estaba en contra de eso pero debía admitir que se había sentido aliviado de escuchar que el hombre que mató a su hermana ahora también había muerto y conociendo a Takemichi sabía que ese hombre había sufrido mucho antes de morir.

-¿Cuándo regresarás a Australia?-preguntó Takemichi rompiendo de nuevo el silencio.

-En unas horas-contestó Naoto-hemos encontrado varias pruebas que podemos usar a nuestro favor para poner de nuestro lado a los demás pero tomará tiempo lograrlo.

Dangerously | MiTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora