—No tengo preocupaciones y siendo sincera, no quiero ser un soldado. Especialmente para pelear con un jefe militar local.

—No es un militar local, es imperial. —Cara vio a la castaña, analizando sus palabras y tomar de su bebida.

—Aceptó.

No perdieron el tiempo y se dirigieron de nuevo al Razor Crest, ya estando ahí Din puso otras coordenadas mientras que las chicas solo miraban.

—¿Tu contacto necesita investigarme?

Grogu jugaba con las manos de Violette chillando emocionado, subiéndose por la blusa de ella junto con su cabello.

—No sabe que vienes.

—¿En serio? Podría ser un problema.

—No lo será. Pero si lo es, es su problema. —Din se levantó de su lugar y le mostró sus armas a Cara.

—Muy bien pequeño, te prepararé algo de tomar. Ahora regreso. —Le dio un pequeño beso en su frente y lo dejó en su huevo.

Era hora que tomara su leche Bantha, así que fue hasta la cocina y sacó lo necesario. Podía escuchar desde ahí lo que hablaban y sabía que esto era algo serio.

Apretó ligeramente su pantalón, ella no quería ser un estorbo para Din. Él merecía vivir su vida como quisiera y no sentirse excluido o escapar por ellos. No pudo seguir pensando en eso ya que cayó al suelo ya que la nave se estaba moviendo por todas partes, asustada tomó la pacha del pequeño y fue hasta la cabina.

Encontrándose con el niño jugando.

—¡Grogu! —Grito, tomándolo y con la fuerza logrando que dejara en paz el timón.

—¿¡Está todo bien?! —Din estaba al lado de Cara, se miraban preocupados y solo sonrió tímida.

—¿Ga?

Todos suspiraron, viendo como la castaña le daba de su pacha al Niño y se tranquilizaba poco a poco.  

—Necesitaremos a otra niñera.

—Si, definitivamente. —Ríe Violette, dejando al pequeño verde en su huevo.

—¿Hay alguien más en quien confíes?


Narra Violette

Tattooonie, un planeta tan conocido y desolado a la vez. Sucedían tantas cosas ahí, inexplicables como sacados de un cuento.

Habíamos llegado a la granja del que nos ayudó a recuperar las piezas del Crest.

Sonreí ampliamente al salir de la nave, en mis manos tenía a Grogu y él también se miraba feliz de estar de vuelta. Al ver que no quería estar conmigo, lo dejé en su huevo improvisado que fabricó Din.

El señor de antes nos sonrió, indicando que entráramos a su casa.

—No ha crecido mucho.

—Creo que es un experimento incompleto. —Vi a Din confundida.

Nunca supe la especie de Grogu, nunca lo pregunté y nunca me importo. Lo importante aquí era protegerlo, cuidarlo.

—No creó que sea un diseño.

—Tiene razón. Trabaje en laboratorios genéticos y él se ve, evolucionado. Es muy feo.

—¡Oye! —Bromee.

—Ella por otro lado, diría que fue creada en el laboratorio biológico de Nora.

 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐌𝐈𝐍𝐄 | Din DjarinWhere stories live. Discover now