Capítulo 10: Besos, besos y más besos

Start from the beginning
                                    

—En estos momentos estoy defendiendo al cliente, mil disculpas, pero usted se casó con él. Dijo acepto, así que le prometió serle fiel, no se haga la santita conmigo.

Ruedo los ojos.

—Me obligaron a casarme. Además, tengo derecho a ser sincero, no le voy a mentir sobre mis sentimientos, sería estúpido y ni siquiera sería justo para él. —Lo señalo y Astro se sobresalta—. ¿O acaso quieres que te mienta? —interrogo al defendido.

—Claro que no —responde mi esposo.

—Todo aclarado, vamos a esa maldita cita. —Avanzo hacia el edificio.

—Llámame —me dice Leviatán y me detengo.

Astro presiona su mandíbula, pero el que se interpone es Alekei:

—Si me entero que lo haces, haré que te operen —advierte y luego agrega—. Sin anestesia.

Me sobresalto y señalo a Lev.

—¡Amenázalo a él, yo no hice nada! —me defiendo—. ¡Y no me voy a operar!

Sonríe con malicia.

—Todas dicen lo mismo. —Se acerca a mi oído para susurrarme—. Además, viendo cómo van las cosas con tu marido, no me sorprendería que se pusiera en tu contra. Es más, lo veo bastante manipulable.

Me alejo, entonces lo miro de mala manera.

—No diga bobadas.

—¿Quieres apostar? —expresa tranquilo y luego agrega, para retarme—. Hablo en serio.

—¿Disculpa? —Enarco una ceja.

—Si yo gano te operarás y si pierdo te diré el número de esa mujer.

Me sorprendo.

—¿Tú también la conoces?

—Soy coordinador nivel dos, todas alguna vez pasaron por mí.

Frunzo el ceño y pongo mis manos en la cintura.

—No acepto, aunque no creo que puedas manipular a Astro, no tengo forma de demostrarlo, así que sería una espera eterna y nunca me darías ese número. —Alzo una mano.

—Entonces pongamos un tiempo límite, si en una semana no logro que se ponga en tu contra, siguiendo la lista de pasos de PlanetFem, te daré el número de esa mujer, ¿contenta?

—Bien, pero no creo que lo consigas. —Alzo ambas manos, sin importancia—. Recuerda tu palabra.

—Y tú también. —Camina hasta Astro que continúa mirando de mala manera a Leviatán, por lo tanto no prestó atención a nuestra conversación, sus celos lo hacen perder el sentido común—. Astro, querido. —Le da dos palmadas en el hombro—. ¿Por qué no sigues la cita con tu esposa? Olvidemos este mal trago y pensemos en lo bien que la van a pasar.

Me agarra un escalofrío, este tipo juega con las fantasías de Astro, no lo puedo permitir. Corro hasta él, entonces camino a su lado.

—¡Vamos a comer algo! —expreso alegre y recalco—. ¡Nos llevamos muy bien, no arruinaremos esto! —Levanto el puño con emoción.

—No, lo van a mejorar —declara Alekei y junta nuestras manos, Astro se sonroja—. Yo sé lo que le digo. —Le guiña, luego me mira a mí—. No se la sueltes, es protocolo.

Maldito infeliz.

Ya verá, que invente lo que quiera, pero me dará ese número, porque Astro es incapaz de traicionarme, yo lo sé. Bueno, no estoy seguro, hasta hace poco no sabía nada de sus sentimientos por mí y se declaró luego de que nos casamos ¡Agh, no puedo dudar! ¡¿Habré condenado a mi miembro?! Tiene que ser una broma, debí haber besado a Leviatán, eso era más fácil.

Rato después, cuando los coordinadores ya se han ido y solo me quedo en el restaurante con Astro. Comemos tranquilos, entonces lo miro a cada segundo ¿De qué me preocupo? Es muy ambiguo eso de que Alekei manipule a Astro para que haga las cosas de PlanetFem. Bueno ¿Qué tanto le puede convencer para que Astro haga algo que yo no quiera? O sea ni se va a enterar, pues no hay traición si seguimos como estamos. Quizás hasta podría besarlo y convencer a Alekei de que yo fui quien siguió con el protocolo, entonces Astro no sería manipulado por él sino por mí.

Suena crudo, pero sería una forma de ganar.

—Deberíamos besarnos —exclamo directo.

Astro escupe lo que estaba bebiendo.

—¿Qué? —Su cara está por completo roja, luego mira su vaso—. ¿Esto tiene alcohol? —Lo observa, confundido.

—Dije que deberíamos besarnos —repito serio.

—¿Po... ¿Por qué? O sea no lo cuestiono, pero me acabas de rechazar hace tan solo un rato —expresa nervioso y tironea de su cuello, sintiendo su corbata apretada—. ¿A qué juegas?

—Seré sincero, hice una apuesta. —Observo para todos lados, registrando que no haya cámaras y luego me acerco a su cara para hablarle—. Seguiré el protocolo al pie de la letra, si yo soy el que ofrezco las situaciones no puedo perder.

—No estoy entendiendo, Eli ¿Qué apostaste?

—Mi miembro.

Parpadea varias veces seguidas.

—¿Qué?

—Escucha, Alekei dice que puede hacer que tú cumplas el protocolo al pie de la letra, ya sabes, que me beses, me abraces, me invites a citas y hagas que tengamos situaciones románticas, pero si soy yo el que las hace no puedo perder.

—Me contaste todo el plan, si se entera pierdes por tramposo.

—No me importa, no quería ser deshonesto contigo, así que te apuntas al plan, ¿o no?

—Bueno, sí, pero... —Sus mejillas vuelven a sonrojarse—. No tengo que hacer mucho realmente.

—¡Claro que sí! Harás todo lo contrario a lo que Alekei te pida, tú no cumplirás el protocolo, yo lo voy a cumplir. —Sonrío—. Entonces ganaremos.

—¿Eso quiere decir que vas a besarme? —Se muerde el labio.

—¡Sí! —Siento mis mejillas arder—. Yo... yo debo hacerlo, tú finge que no te importa.

—Eso está difícil.

Me levanto de mi silla y se sobresalta, observo para cada lado, mirando a los presentes, luego camino hasta él, así me siento encima.

—E... Eli.

—¡Cállate! —digo decidido y le agarro el rostro—. Voy... voy a hacer esto, no puedo perder.

Me aproximo a su boca con mis labios tiritando.

No voy a perder, no voy a perder, no voy a perder.  

AsunsethWhere stories live. Discover now