La Colección de Corazones Rotos

Me enamoré de mi.

Todos hablan de Amor propio, de ir a terapia y abrirse con un desconocido, del yoga y de las prácticas espirituales. Pero nadie habla de lo difícil que es conocerse a uno mismo, de colocar limites y de abrazar la tormenta de sentimientos que se nos avecinan a diario.

Creo que nunca había sido tan consciente de lo que quiero en mi vida, pero sobre todo de lo que ya no quiero en ella. Me volví a enamorar de mi. De mis ojos y de los pliegues que los adornan cuando río desde el corazón. Creo que ah sido la relación más difícil que eh tenido hasta el momento. Conocí a una persona frágil, volátil e insegura, pero cada día que pasa me sorprende la fuerza que sale de donde no sé, pero esta ahí, quemándome el pecho para poder salir adelante. 

No estoy nada cerca a la perfección ni puedo asegurarte que no tendré días donde yo tampoco suelo entenderme, pero creo que estoy aprendiendo a manejar mis emociones de una forma más consciente, no solo conmigo; si no también con las personas que tengo y quiero tener a mi alrededor. Ya eh perdido muchas personas valiosas en mi vida, eh dejado atrás amigos, familia y amores que en algún momento considere jamás saldrían de mi vida y que actualmente no tengo la menor idea de que es de sus vidas. Me disculpo con quiénes no supe actuar, a quiénes aleje a pesar de no querer. La versión de mi de ese momento se cubría bajo un caparazón en el cual se sentía cómoda y prefería no salir. Me disculpo pero supongo que era necesario, era necesario equivocarme para saber lo que hacía mal, era necesario alejar personas que no me sumaban para poder encontrar mi valor, era necesario disfrutar de mi soledad para ya no aceptar compañías vacías. 

Llevo días topándome con mariposas (muy pocas personas saben el significado que tiene esto para mi) son mi señal de que me cuidan y de que estoy haciendo las cosas bien. Disfruto los silencios y los atardeceres, eh tomando decisiones esta última semana que jamás en mi vida podría haber hecho. ¿Cuál es la diferencia? Descubrí que el tiempo no cura nada, puedo pasar días, meses y años culpando al destino y al resto de lo que me ocurre, ¿pero que hago con eso? El tiempo no curará mis heridas, lo haré yo. Lo estoy haciendo yo y para serte honesta estoy bastante orgullosa de que estoy logrando, no solo por el hecho de conocerme; si no, por el hecho de que (aunque sea un poco tarde) me estoy dando cuenta el impacto que tienen las personas en mi y estoy tomando decisiones respecto a ello. Ya no puedo tolerar intermitencias, no puedo tolerar cosas tibias ni grises. Soy una mujer directa, no por el hecho de presionar y me ilusione rápido (lo último puede que si jeje) pero es porque realmente ya no quiero sufrir ni perder mi tiempo. Tengo 26 años, en unos meses cumpliré 27, tengo sueños, tengo ganas de comerme el mundo y si hablamos de un tema romántico quiero encontrar a alguien que vibre igual que yo, que no tengo miedo a ser intenso, porque el desinterés solo aleja y lastima. Conmigo es todo o nada, y saben...¡Me encanta! Me encanta ser una mujer intensa ,(una vez me lo dijeron en mala onda y no podía escuchar esta palabra, ahora todo es diferente), porque entendí que una mujer intensa es aquella mujer fuerte, potente, vehemente, entusiasmada, penetrante, viva, aguda, profunda, apasionada, grande, arrolladora, huracanada, palpitante, vibrante y voraz.. como lo dijo Amanda de Humanísima (vayan a seguirla en Instagram, es un amor de persona)

Sobre todo entendí que soy una mujer real, con virtudes y defectos...una mujer que ama con locura y se entrega toda toda cuando su corazón se lo indica. ¿Cambiaré? Entonces me pregunto...¿Por qué debería cambiar por los errores de otra persona? Soy fiel creyente de que a los que vibran bonito, les llega cosas maravillosas y últimamente ando entusiasmada con mis decisiones, con mis palabras y la forma en la que estoy afrontando la vida, estoy orgullosa de ti pequeña, eres una guerrera por donde te mires, no dejes que nadie te haga dudar de ello...