Capítulo 194: Regresando a casa desde el extranjero

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La composición de este medicamento era muy similar al “agua de la obediencia” derivada del RN-13, y actualmente se le conoce oficialmente como “obediencia N° 2”. Las personas que hayan tomado obediencia N°2 podrán ser objeto de manipulación mental en cualquier momento, pero se supone que obediencia N° 2 es un producto experimental, y poco después de ser manipuladas, las víctimas se vuelven rápidamente locas, pierden la cabeza y no escuchan a nadie, por lo que solo pueden ser internadas en hospitales psiquiátricos.

Después de que la policía descubriera está situación, cortó rápidamente la cadena de suministros de obediencia N° 2, destruyó siete bandas de presuntos criminales y arrestó a cientos de sospechosos implicados.

Desgraciadamente, todas estas personas sólo eran contrabandistas que salían del Triángulo de Oro y sus vínculos con las capas superiores estaban completamente cortados. Aunque la policía sabía que debía ser Duan Wen quien estaba detrás de esta distribución a gran escala de drogas experimentales, tuvieron dificultades para encontrar alguna prueba.

Los efectos del consumo de esta nueva droga habían causado un gran problema para la policía, ya que algunas personas tienen miedo de admitir que han tomado este medicamento, y con la mentalidad de un jugador, apuestan a ocultar el asunto. Como resultado, una vez que la enfermedad aparecía se volvía simplemente incontrolable. En el último mes más o menos, se habían producido seis casos de agresiones feroces por parte de personas que habían ingerido obediencia N°2, la opinión pública se había visto desbordada, y un tratamiento eficaz para esos pacientes debía ser desarrollado lo más pronto posible.

Xie Qingcheng es el que más conoce el RN-13.

Por eso ahora lo necesitaban desesperadamente.

Los pacientes y el país lo necesitaban, por lo que, naturalmente, tenía el deber de hacerlo. Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Huzhou, y Xie Qingcheng sacó su equipaje de la aduana, vió a la familia de Wei Dongheng y a la tía Li.

La tía Li era un poco mayor, pero seguía teniendo mucha energía. A menudo ayuda a Xie Xue llevándose a la niña con ella y era casi una abuela para la niña. En cuanto vio a Xie Qingcheng, sus ojos se llenaron de lágrimas, lloraba mientras reía. Xie Qingcheng estaba apunto de abrir la boca para consolarla cuando hubo un repentino destello de luz ante sus ojos…

Resultó que era Xie Xue, que corrío hacia delante tan rápida como un rayo, aunque ya era madre de una niña de dos años, todavía lo abrazaba tan fuerte como si fuera una niña.

Aunque Xie Xue había viajado a los Estados Unidos para visitarlo el año pasado, no se quedó mucho tiempo, después de todo, ya había formado una familia y tenía una hija recién nacida que cuidar. Así que esta vez, cuando Xie Qingcheng regresó, todavía estaba muy emocionada.

—Ge, ¿estás cansado? Ven a casa con nosotros, todo está listo en casa, le pedí a XiaoWei que instalara un jacuzzi especialmente cómodo para ti, volvamos inmediatamente, puedes tomar un buen baño, descansar y relájarte primero… —ella estaba hablando cuando Wei Dongheng se acercó sosteniendo a Wei Mengya, de dos años, en brazos.

—Ge —Wei Dongheng saludó a Xie Qingcheng con una sonrisa, y levantó la mano de su hija para que ella pudiera saludar al tío Xie Qingcheng diciendo— Vamos Yaya, saluda al tío.

Wen Mengya se había visto obligada a hacer videollamadas con su tío que estaba lejos en los Estados Unidos bajo la coacción de sus padres en los últimos dos años, aún aunque ella todavía no entendía lo que era una videollamada.

Cuando vio a Xie Qingcheng, sus ojos negros como judias se abrieron de par en par, luego la saliba fluyó y de repente se rió y dijo— Tío…¡upa! (2)

Libro de Casos ClínicosWhere stories live. Discover now