- No... claro que no es así. – dije pensando las cosas. – De acuerdo... - dije viendo la hora. – Es tarde, mis padres ya deben de estar durmiendo.

- Apenas son las doce.

- Por eso... mis padres me mataran si me ven a esta hora.

- De acuerdo, buenas noches. Nos vemos mañana en el centro comercial.

- Sí. – y le corto.

Me paro y apago la luz, luego prendo la lamparita y me siento en la cama. Me veo en el espejo y me paro, muevo un poco mi cabello rojizo y sonrió. ¿Por qué hago esto?

Voy a dónde está mi closet y saco mi pijama, en medio de la ropa encuentro la ropa interior que me hizo comprar Sarah, la que es de encaje rojo, la que las bragas no me cubren ni la mitad del culo. La ropa interior la dejo en mi cama igual que el pijama, luego voy a ponerle pestillo a la puerta y me quito la camiseta, me desabrocho mi sujetador y tomo el que es de encaje, me lo pongo al igual que las bragas. Luego camino hacia el espejo y me veo reflejada.

La verdad es que este color si me queda, el sujetador al ser de encaje se me nota el pezón, que como tengo la piel de gallina en estos momentos se marca mucho más, las bragas me quedan bien de adelante, pero de atrás... bueno, me queda ¿bien? Es decir, se mete y es un poco incómodo. Pero claramente esto no es de vestir, no es para usarlo un día en el instituto.

Mi celular suena y voy a la mesa de noche a tomarlo, veo que es un mensaje de Lukas, dice que me va a llamar. Y dicho y hecho.

- Hola. – le dije poniéndolo en voz alta.

- Hola princesa, espero que no sea muy tarde. – me dice y sonrió.

- No es tan tarde, bueno si mis padres me pillan me matan. – dije viéndome en el espejo y preguntándome ¿qué pasaría si Lukas me ve con esto?

- Oye, la verdad es que te llamo por el hecho de querer escuchar tu voz.

- Bueno... - dije sintiendo mariposas en el estómago. – Me alegra saber que te gusta escuadra mi voz.

- Bueno... ¿y qué haces?

- Nada. – dije sintiendo verguiza por estar con esto. – Solo me probé algo que me compre el otro día, y no tuve la oportunidad de probarme.

- ¿Qué compraste? – pregunta curioso. – Si no te molesta que pregunte.

- No, ¿por qué me molestaría? – bueno no es como que mandarle una foto con eso sería lo ideal. – Es una camisera.

- Ah... - no me creyó. – De acuerdo, ¿sabes? Estoy intentando escribir una canción.

- ¿De verdad? – dije emocionada. - ¿Cómo se llama?

- No te voy a decir todavía, cuando esté lista te la voy a mostrar.

- Bueno... eso espero. – dije acostándome en mi cama. - ¿Cómo te sientes? ¿Cómo esta esa tos?

- Mejor, me siento mejor.

- Que bueno. – dije escuchándolo mejor. – Lukas... - susurre.

- ¿Sí?

- Yo... - escuchar su voz un poco ronca me gusta. – Yo... - ahogue un suspiro. – Tengo que irme, nos vemos mañana, recuerda que iremos al cine con Henry y Sarah.

- Ah... claro.

- Buenas noches. – dije cortándole.

Dejo mi celular a un lado y me quedo viendo el techo, mi respiración es agitada y siento una palpitación en mi entrepierna, otra vez. Recuerdo ese beso, como su cuerpo estaba presionada contra el mío, como su mano tocaba mi mejilla y mi cintura yo abriendo las piernas lajeramente y el mismo gemido que siempre hago al besarlo de esa manera. Cuando me doy cuenta mi mano sube de arriba abajo con lentitud haciendo que mi piel se erice, me muerdo el labio y gimo un poco al pensar en que puede ser Lukas quien me toca de esta manera.

Me siento en mi cama rápido y se me pasa una idea por la cabeza, me paro de la cama y me incoó en el suelo, veo debajo de la cama y tomo uno de los vibradores que Sarah me hizo comprar, no puedo creer que vaya a hacer esto. Me siento en mi cama y lo abro, lo veo extrañada y toco un botón, comienza a vibrar y puedo sentir como mi corazón está latiendo muy fuerte.

Sin saber muy bien lo que estoy haciendo me acomodo en mi cama y mientras esta cosa vibra lo pasó por el muslo, nerviosa ¿se supone que esto me tiene que excitar? Lo apago y veo el techo rendida, bueno ni siquiera lo intenten...

Me acuerdo de Lukas nuevamente y me muerdo el labio, mi respiración se hace cada vez más rápida y tomo el vibrador, lo prendo y lo pongo en mi entrepierna por arriba de las bragas, pienso en como Lukas ayer estaba arriba de mí, besándome, tocándome. Me dan muchas más ganas de hacer algo que nunca antes había hecho y paso por debajo de las bragas.

Se me escapa un gemido y me tapo la boca con mi mano suelta, arqueo la espalda y me muerdo los labios para no hacer otro ruido. Pasó mi mano por mi cuerpo de la misma manera en la que lo haría Lukas, de cómo me haría sentir bien de una manera en la que nunca antes lo hacía otra persona, de cómo me toco los pechos en la azotea.

¿Por qué hago esto?

Gimo de nuevo y me muerdo los labios aún más fuerte, se supone que estoy dormida, no tengo que despertar a mis padres.

Apretó el botón sin querer y comienza a vibrar aún más fuerte, jadeo y gimo por el movimiento, apretó las sabanas con mi mano libre tratando de aguantar el placer que siento en este momento, el placer que nunca antes sentí. Me siento extraña, con una felicidad extraña, arqueo la espalda de nuevo y suelto un último gemido un poco fuerte con la mayor satisfacían que pude llegar a tener.

¿Así es tener un orgasmo?

¿Eso es lo que se siente?

Lágrimas de miel. #1Where stories live. Discover now