LA HISTORIA DE MEDUSA

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Antes de comenzar con el relato, me gustaría recalcar que cierta parte de la historia ha sido ideada por mi. No obstante, la historia real que nos cuenta la mitología griega no ha sido modificada; tan sólo he añadido ciertos sucesos para desarrollar la trama.

"Medusa no fue más que una víctima de los dioses"

Markel Alkaide


LA HISTORIA DE MEDUSA

Euristeo agarró a Atenea de la cintura mientras Hades colocaba una espada en su cuello. La hija de Zeus y Diosa de la sabiduría quedó inmovilizada, a punto de ser derrotada por los mayores villanos que llegaron a existir.

Ante el ataque perfecto de los villanos, Atenea no pudo hacer otra cosa más que suplicar: <<Soltadme, haré lo que queráis>>. La espada estaba más cerca de su cuello y el dolor que esta producía era cada vez mayor. Era su final. Era el final.

- ¿Qué hacéis ahí jugando chicas? Dejar de luchar entre vosotras. - dijo alguien de la nada.

Hades soltó la espada y Euristeo soltó a Atenea.

- Mamá íbamos a vencer a Medusa.

- Dejarme adivinar, de nuevo haciéndoos pasar por Dioses y villanos. - respondió.

Era un juego habitual entre las tres gorgonas. Mientras que a Medusa le encantaba hacerse pasar por Atenea, sus dos hermanas Esteno y Euríale se hacían pasar por villanos; esta vez, Euristeo y Hades. A Euríale le gustaba utilizar cualquier tipo de alga marina como espada, mientras que su otra hermana prefería pelear, siempre con cuidado, con Medusa. Las tres hermanas eran hijas del dios marino Forcis y Ceto; monstruos marinos ctónicos del mundo arcaico.


Medusa vino al mundo como una niña normal. Era hermosa, apasionada, y sobre todo, curiosa. Tenía a todos los hombres locos por ella gracias a su encanto y cara bonita. Sin embargo, la joven pasaba de toda relación amorosa que pudiera manchar su imagen, y la de su ídolo Atenea.

La gorgona siempre había soñado con formar parte de las sacerdotisas de Atenea. Era una ocupación muy prestigiosa ya que se ocupaban de llevar a cabo sacrificios, ofrendas, ceremonias... Eso sí, todo, en honor a su Diosa. Sin embargo, llegar a ese rol no era tarea sencilla. A parte de cumplir unas ciertas actitudes ciertamente estrictas, toda mujer que deseaba llegar a ocupar ese puesto debía cumplir un requisito fundamental: la pureza absoluta. Es decir, ninguna de ellas tenía el permiso de tener relaciones sexuales con un hombre. Debían de ser vírgenes. Aún así, eso no fue ningún problema para Medusa. Se convirtió en una sacerdotisa perfecta. Siempre seguía las normas al pie de la letra y jamás desobedecía las órdenes de su Diosa. Se convirtió en una sacerdotisa admirable para todas, también para Atenea.

- ¿Qué ocurre mamá? - preguntó Esteno.

Atenea ha vencido a Poseidón. A partir de ahora, la ciudad se llamará Atenas.

Atenea y Poseidón compitieron por ser la divinidad protectora de la ciudad, que no poseía nombre. Para decidir quién sería la deidad, Poseidón golpeó el suelo con su enorme tridente y creó una fuente de agua salada. Atenea, por el contrario, plantó un olivo. Los doce dioses olímpicos proclamaron a Atenea ganadora ya que juzgaron que el olivo fue plantado primero.  Como resultado de ello, la ciudad se llamó Atenas. Las gorgonas, entusiasmadas, celebraron por todo lo alto su victoria. Medusa estaba muy feliz, y festejó la noticia con sus hermanas.


Al día siguiente, como un día más, Medusa se dirigió al templo. Había un ambiente alegre y positivo, pues todas se sentían alegres por vivir, a partir de ese momento, en una ciudad que hacía honor a su Diosa. <<Atenas, qué bien suena>> - repetían. Para celebrarlo, organizaron una ceremonia entre todos los ciudadanos de la ciudad. Bueno, en realidad, entre aquellos que aceptaron su victoria. Un gran número de personas asistieron, lo que animó a las sacerdotisas a prepararlo lo mejor posible.

La Historia de Medusa Where stories live. Discover now