©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀 𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶

𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍𝐓𝐇!

𝐁𝐀𝐓𝐀𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐊𝐎𝐕𝐈𝐀
𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐈𝐈

SI A NESRYN le hubieran dicho la gran fuerza en la que podía transformarse el odio, hubiese temido incluso de sí misma. Su cabeza cayó con brusquedad contra el suelo sintiendo la sangre escurrir por sus labios, a la vez que Peter era azotado contra uno de los árboles frondosos.

«Nesryn», le llamó Druig, pero no era una de la señales para que ellos intervinieran, lo supo en el tono de voz y cuando terminó la oración dentro de su mente. «Nos tienen rodeados, a todos.»

Se preguntó a sí misma, aún en el suelo, con el cuerpo adolorido si así es como su padre se sentía cuando las cosas fallaban y más responsabilidad recaía en una persona. En este momento, caía en ella. Se había confiado, sí, eran muchos, sí, y sus enemigos parecían burlarse en su cara.

Uno de los hombres militares, de cabello rubio oscuro y sonrisa podrida se inclinó hacia ella, la tomó del cuello y le elevó del suelo. Nesryn pudo sentir como le faltaba el aire, su cabeza no lograba enfocar el panorama y sus oídos piteaban por las explosiones a lo lejos.

— Menuda escoria Stark — escupió el hombre con un acento marcado apretando el agarre en su cuello, mientras los brazos de la Vengadora caían a los costados sin fuerza —. ¿Cómo crees que reciba tu querido padre el cuerpo de su hija?

Nesryn no quería saberlo, ella no quería morir, intento con un leve movimiento de manos hacer crecer enormes montículos puntiagudos del suelo, pero apenas tenía fuerza para enfocarse. Escucho un quejido a lo lejos, Peter, no podía voltear a verlo, pero sabía que estaba muy lastimado. Reunió las fuerzas en sus manos, aunque los músculos se negaban a reaccionar, alzó el puño en alto pero antes de que siquiera pudiera golpear el rostro del militar este le dio un cabezazo que terminó por aturdirla y dejarla en el suelo bruscamente.

A lo lejos observó los mismos uniformes militares, con golpes bruscos tiraron al suelo a los demás Eternos, que como ella, estaban lastimados y soltaban quejidos de dolor, no era lo mismo combatir con Desviantes que solían atacar en grupos de tres, con los mismos movimientos de siempre a los que ellos estaban acostumbrados. Combatir con humanos altamente capaces de maquinar un plan para acabar con ellos era en su totalidad, diferente. Observó a una mujer castaña pegarle en el estómago a Sprite quien hacía el ademán para intentar desaparecernos con una ilusión, pero terminó sangrado por la boca ante el golpe.

No los dejaban levantarse, los golpeaban, con los puños, con las botas y las armas, todo con tal de que no pudieran concentrarse en otra cosa que no fuera el dolor, para evitar usar sus poderes. Nesryn cerró los ojos, buscando un punto fijo, se vio sumergida en las enseñanzas con Wanda, la manera en que ella la hacía vivir cada una de sus emociones con total nitidez.