II. Saber guardar un secreto

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12 de diciembre

POV Gavi

Mi puente se había acabado. Volver a ver a mi familia y amigos había sido genial. Era hora de volver a centrarme. Dejé las maletas en el apartamento y bajé a preguntarle al conserje si había algo para mí.

-Buenos días, señor.

-Hombre, mi Gavi. ¿Qué necesitas?

Apoyó una mano en mi hombro.

-¿Ha llegado algún paquete para mí?

-Nada, de momento.

Sonreí. Mejor, era una excusa para lo que quería decirle de verdad.

-Gracias. Oye, ya que hay confianza entre nosotros, sabrás guardarme un secreto.

-Por supuesto, ver, oír y callar.

Sonreí.

-Habrás visto estos días una nueva chica por aquí.

-¿La señorita Rodríguez?

-Sí, Blanca.

-Correcto. Una chica peculiar. Muy educada. Me contó que es valenciana y está haciendo prácticas en la segunda planta, las oficinas de la señorita Gaia.

Efectivamente era ella. Al ver que no respondía, el conserje siguió hablando.

-Sin duda, es una chica guapísima, pero en confesión te diré que muchas veces viene triste. Ah, y nunca sube por el ascensor.

Me giré a mirar la puerta del ascensor. ¿Por qué no lo haría?

-Gracias por la información. El otro día tropecé con ella y me tiene que devolver una camiseta. Si baja a preguntarte si puedes dármela, no la aceptes. Dile que puede pasar más tarde.

-Eso está hecho, Gavi.

-Ah y una cosa más, no sabe quién soy, así que por favor no le digas nada.

-¿Cómo no va a saber quién es usted?

Reí.

-Una chica peculiar como tú has dicho. Muchas gracias, jefe.

Me dio un pequeño abrazo y subí al apartamento. Toda esa información me permitía imaginarme mejor a Blanca. Mentiría si dijera que no había pensado en ella estas vacaciones.

Volví a subir y me tiré un rato al sofá. Estuve mirando las fotos del cumple de Pedri, aún seguían rodando por Instagram. Allí estaba Valentina. Cerré los ojos e intenté no pensar en ello. Era definitivo. Desde que Nico le entregó aquello, no había aparecido por aquí. Ni había dejado ningún mensaje. Solo podía aceptarlo y seguir adelante.

Aquella mañana, antes de tropezar con Blanca, me juré que me tomaría un tiempo para mí solo. Y a veces, la vida te demuestra que tiene otro camino para ti.

Nico me llamó para que comiésemos juntos y viésemos alguna peli.

-Vente a mi casa y pedimos algo. Me muero por comer una buena hamburguesa.

-A las 2 en tu casa, nos vemos. Llevo yo la comida.

-Dale, bro.

Antes de que Nico viniese me duché y preparé la mesa. El móvil empezó a vibrar. Era mi amigo Alejandro.

Bro, has llegado bien a casa? Cuéntame cuando tengas noticias de la chavala ;) jajajaja

Qué cabrón. Le contesté y miré otra vez Instagram. ¿Encontraría su perfil con su nombre? No tenía nada que perder ahora que sabía su apellido...

El tercer piso (Pablo Gavi)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon