25. Su lugar especial

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Exageradamente divinos.

Llegamos al hotel y bajamos las maletas, caminando hasta el ingreso y un calor nos envuelve. Nos quitamos los abrigos y los gorros, mirando hacia todas partes. La recepción está al lado izquierdo, al frente hay unas gradas con una alfombra de color rojo, con un pasamanos de color dorado, al lado derecho están unos sofá de espera de color verde oscuro con los bordes dorados, unas plantas en el recibidor y una entrada giratoria de color dorado. Unos tres ascensores y la mayoría de las personas están hablando con los trabajadores del lugar. Parece que fuera de la realeza este hotel, voy a matar a Caden. Esto es... demasiado, debió costar una fortuna. Solo nos quedaremos unos días, no un mes...

—Iré a hablar con la recepcionista —avisa Caden y asiento con la cabeza, demasiada distraída. Escucho su risa y ya no lo siento a mi lado.

—Disculpe, señorita, le ayudaré a llevar las maletas —anuncia un joven de cabello rubio y ojos azules claros, con un perfecto inglés. Con una diminuta sonrisa en los labios. Debe tener unos 25 años o más. Asiento con la cabeza, mirando a Caden viniendo en nuestra dirección, con una tarjeta en sus manos. El joven levanta las maletas en un carrito de típico de hoteles, junto a otras maletas y se va al ascensor.

—Apenas llevamos unos minutos en otro país y ya te están intentando ligar —dice Caden cuando llega a mi lado, colocando su mano en mi cintura, pegándome a él. Niego con la cabeza, rodando los ojos. Caminamos en uno de los ascensores y Caden aprieta el botón del piso 9. Suena una melodía tranquila y me separo ligeramente de Caden.

—¿Cuánto costó? —pregunto de golpe, enarcando una ceja.

—¿Cuánto costó qué?

—Tú sabes.

—¿Cuánto me costó levantar las maletas? Si es así... no fue mucho, pero creo que llevas demasiada ropa solo para unos días, pero no me quejo.

Suelto una risita involuntaria, y vuelvo a mi seriedad.

—Caden.

—Odette.

Lo fulmino con la mirada.

Suspira pesadamente, —No importa el dinero, Aniston, lo que me importa es que al menos disfrutes del viaje, al menos por unos días.

Sonrío de poco a poco y vuelvo a abrazarlo.

—Eres un exagerado.

—Eres una gruñona.

Sonreímos y le doy un casto beso en los labios.

Intenta juntar otra vez mis labios sobre los suyos, pero mi mano en su pecho se lo impide.

—No —una sonrisa maliciosa surca mis labios —. Ese será tu castigo, Harris.

Se cruza de brazos, haciendo un leve puchero con los labios.

—Ese truco no funciona conmigo, ladrón. Ese en truco.

Se escoge de hombros, divertido, —Tenía que intentarlo.

Se abre las puertas del ascensor y salimos, caminando sobre la alfombra roja hasta nuestra habitación y Caden ingresa la tarjeta, se escucha un click y entramos y Caden aprende la luz. Las maletas ya están en la habitación; la ventana está cerrada con las cortinas de color beige oscuro, una cama matrimonial con sábanas de color blanco, unas dos mesitas largas en los pies de la cama, con toallas blancas y el baño está al lado derecho. Y dos mesitas a cada lado de la cama con lámparas.

—Solo falta la cama llena de rosas rojas en forma de corazón, vino sobre un cubeta de hielo y dos vasos de vidrios para parezca una luna de miel —confieso, divertida, abriendo mi maleta para empezar a sacar mi pijama para dormir, estoy agotada. Escucho su risita que envía cosquilleos en mi interior.

Odette & Caden [Sensaciones #1] [Terminada]Where stories live. Discover now