1-La llegada con los Muggles.

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Esta historia inicia hace 10 años.

De noche en la calle Privet Drive,2 personas vestidos con tunicas una violeta y la otro verde esmeralda.Hablaban sobre de donde podrian dejar a los mellizos Potter.Ya que por un terrible sucesso que dejo huerfanos a los 2 niños.

-He venido a entregar a Harry y Zafrina a su tia y tio.Es la Única Familia que les queda ahora-dijo Albus Dumbledore.

-¿Quiere decir?¡No puede referirse a la gente que vive aquí!-dijo la profesora McGonagall señalando a la casa número 4-Dumbledore...no puede.Los he observado todo el dia.No podría encontrar a gente más distinta de nosotros.Y ése hijo que tienen...Lo vi dando patadas a su madre mientras subían por la escalera,pidiendo caramelos a gritos.¡Harry y Zafrina no pueden vivir ahí!

-Es el mejor lugar para el-dijo Dumbledore con firmeza-Sus Tios podrán explicarselo todo cuando sean mayores.Les escribí una carta.

-¡Una carta?(repitio McGonagall,sentandose-Dumbledore,¿de verdad cree que puede explicarlo todo en una carta?Esa gente jamás comprendera a Harry y Zafrina!Serán famosos...una leyenda...¡no me sorprendería que el día de hoy fuera conocido en el futuro como el dia de Harry y Zafrina!Escribiran libros sobre Harry y Zafrina...Todos los niños del mundo conoceran su nombre.

-Exactamente-dijo Dumbledore,con mirada muy seria por encima de sus gafas- Sería suficientn para marear a cualquier niño.¡Famoso antes de saber hablar y andar!¡Famoso por algo que ni siquiera recuerdan!No se da cuenta de que sera mucho mejor que crezca lejos de todo,hasta que este preparado para asimilarlo.

La profesora McGonagall abrió la boca, cambió de idea,tragó y luego dijo:

-Si...si,tiene razon,por supuesto.Pero¿cómo va la capa del profesor,como si pensará que podía tener escondido a los 2 niños.

-Hagrid los traerá.

-¿Le parecé...sensato...confiar a Hagrid algo tan importante como eso?

-A Hagrid, le confiará mi vida-dijo Dumbledore.

-No estoy diciendo que no es una buena persona-dijo a regañadientes la profesora McGonagall-Pero no me dira que no es descuidado.Tiene la costumbre de...¿Qué ha sido eso?

Un ruido sordo rompió el silencio que los rodeaba.Se fue haciendo más fuerte mientras ellos miraban a ambos lados de la calle,buscando alguna luz.Aumentó hasta ser un rugido mientras los dos miraban hacia el cielo,y entonces una pesada moto cayó del aire y aterrizó en el camino,frente a ellos.

La moto era inmensa,pero si se la comparaba con el hombre que la conducía parecía un juguete.Era dos veces más alto que un hombre normal y al menos cinco veces más ancho.Se podía decir que era demasiado grande para que lo aceptaran y,una barba que le cubría casi toda la cara.Sus manos tenían el mismo tamaño que las tapas del cubo de la basura y sus pies,calzados con botas de cuero,parecían crías de delfín.En sus enormes musculosos sostenía dos bultos en mantas.

-Hagrid-dijo aliviado Dumbledore-Por fin ¿Y donde conseguiste esa moto?

-Me la han prestado,profesor Dumbledore-contestó el gigante,bajando,con cuidado del vehículo mientras hablaba-El joven Sirius Black me la dejó.Los he traído,señor.

-¿No ha habido algún problema por ahí?

-No, señor. La casa estaba casi destruida,pero los saqué antes de que los muggles comenzaran a aparecer.Se quedaron bien dormidos mientras volabamos sobre Bristol.

Dumbledore y McGonagall se inclinaron sobre las mantas.Entre ellas se veía a dos niños pequeños,profundamente dormidos.En la frente pudieron ver cada uno tenia una cicatriz con una forma curiosa,como un relámpago.

-Fue allí?-susurró la profesora McGonagall.

-Si- respondió Dumbledore- Tendrán esa marca hasta el dia que mueran.

-¿No puede hacer nada,Dumbledore?

-Aun que pudiera ,no lo haría.Las cicatrices pueden ser útiles.Yo tengo una en la rodilla izquierda que es un diagrama perfecto del metro de Londres.Bueno,dejalos aqui,Hagrid.Es mejor que terminemos con esto.

Dumbledore se volvio hacia la casa de los Dursley.

-¿Puedo...puedo despedirme de ellos,señor?-pregunto Hagrid.

Inclinó la gran cabeza desgreñada sobre la cabeza de Harry y Zafrina y le dio un beso a cada uno,raspandolos con la barba.Entonces,súbitamente,Hagrid dejó salir un aullido,como si fuera perro herido.

-¡Shh!-dijo McGonagall-¡Vas a despertar a los muggles!

-Lo....siento- lloriquio Hagrid,y se limpió la cara con un gran pañuelo-Pero no puedo soportarlo...Lily y James muertos...y los pobres de Harry y Zafrina tendrán que vivir con muggles.

-Si,si,es todo muy tristre,pero dominate,Hagrid,o van descubrirnos-susurro McGonagall,dando una palmada a Hagrid en el hombro,mientras Dumbledore pasaba sobre la verja del jardin e iba hasta la puerta que había enfrente.Dejó a los niños suavemente en el umbral,sacó la carta de su carpa,la escondio entre las mantas de Harry y luego volvió con los otros dos.Durante un largo minuto los tres comtemplaron los dos bultos.Los hombros de Hagrid se estremecieron. McGonagall parpadeo furiosamente.La Luz titilante que los ojos de Dumbledore irradiaban habitualmente parecía haberlos abandonado.

-Bueno-dijo finalmente Dumbledore-ya esta.No tenemos nada que hacer aqui.Será mejor que nos vayamos y nos unamos a la celebracion.

-Aja-respondió Hagrid con voz ronca-Voy a devolver la moto a Sirius.Buenas Noches,profesora McGonagall,profesor Dumbledore.

Hagrid se secó las lagrimas con la manga de la chaqueta,se subió a la moto y le dio una patada a la palanca paras poner en marcha.Con un estrepito se elevó en el aire y desapareció en la noche.

-Nos veremos pronto,espero,profesora McGonagall-dijo Dumbledore,saludándola con una inclinación de cabeza.La profesora McGonagall se sonó la nariz por toda respuesta.

Dumbledore antes de irse dijo:

-Buena Suerte,Harry y Zafrina-y se fue.

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