-N-no - Dijiste, aterrada - Yo la tomaré directo de la botella.

-¿Hm? ¿Por qué?

-...

Kazutora cambió su expresión. Sombrío.

-Respóndeme.

Se agachó un poco para acercar su cara a la tuya. Sus ojos estaban vacíos.

-¿Qué estabas haciendo despierta ayer por la noche, amor?

Volteó la botella ya abierta y derramó lentamente el agua sobre la mesa.

Tu cuerpo tembló debido al miedo, encogiste los hombros y apretaste los ojos a escasos centímetros de su cara.

En un gesto de furia, se apartó de tí y lamió sus propios labios. Arrojó violentamente la botella vacía sobre la mesa y comenzó a buscar las demás. Las revisó una por una. Todas, todas estaban repletas sólamente de agua.

-Ha.... Haha. - Rió en voz baja.

Seguías sentada en tu lugar.
Él se aproximó a tí.
No sabías si era el calor o el nerviosismo lo que te hizo escurrir una gota de sudor en la frente.

-Lo arruinaste, tu muerte y la mía. Ahora mismo estoy pensando cómo...

Muy tarde, se dió cuenta de que la botella que había dejado botada sobre la mesa ya no estaba, y tú la estrellaste fuertemente contra su cabeza.
El impacto que diste con todas tus fuerzas quebró el grueso vidrio al contacto con él, haciéndolo marear.
Aún en ese estado, tocó la sangre tibia que estaba saliendo de su cabeza, y se rindió finalmente en el suelo.

Querías matarlo finalmente, pero tenías que aprovechar cada segundo para escapar.
Te dirigirste a la puerta principal rápidamente.
No tenías zapatos, y tus pies percibieron cortadas por los gruesos vidrios tirados en el suelo, pero no te importaba, sólo querías salir de ahí.
Moviste el picaporte una y otra vez, pero tu astuto captor lo cerró con llave y había otros candados distribuidos en la ranura de la puerta.
Las ventanas estaban cerradas con tablas, cada segundo que pasaba sentías más desesperación.
Pensaste en su habitación, y te dirigiste rápidamente a las ventanas del lugar en donde dormía. Tal vez fue instinto de supervivencia, pero jalaste una de las tablas y se retiró rápidamente de la ventana, haciendo un hueco suficientemente ancho para salir.
Utilizaste la poca fuerza que te quedaba en los dedos para abrir el vidrio de la ventana, y por primera vez en días, sentiste el aire del exterior.
Rápidamente asomaste tu cara, empujando tus piernas pudiste sacar tus hombros y tu cuerpo hasta la cintura y cuando alzaste la vista el rededor logró causarte un shock.

Todo el tiempo que estuviste en encerrada, pensaste que tal vez estarían en medio de la cuidad, o en alguna casa de un suburbio lejano.

Pero no.

Sólo había un enorme maizal al rededor.
Ni siquiera se veía una carretera cercana.
Y antes de que pudieras salir completamente, sus manos te tomaron por las caderas y te jaló violentamente hacia adentro.

El impulso te impactó contra la pared, y mareada, sólo lo viste parado frente a tí, con esa mirada maniática y la mitad de la cara cubierta de su propia sangre.

Te tomó por el cuello con ambas manos. Trataste de evitarlo, peleaste todo lo que podías, pero su fuerza hacía que te asfixiaras poco a poco, así que en lugar de luchar contra él, sólo te movías desesperada por tomar aire.

-¡Perra! ¡Lo arruinaste todo! ¡Te haré pagar! ¡Con lo que más ames!

Y luego sonrió, como si una loca idea pasara por su mente. Sus manos te soltaron, tu cuello lastimado entonces regresó a tomar una enorme bocanada de aire que hizo arder tu garganta y toser, hasta retorcerte en el suelo.

ᴅɪᴇᴢ ᴅɪᴀꜱ [ 𝚈𝚊𝚗𝚍𝚎𝚛𝚎 𝙺𝚊𝚣𝚞𝚝𝚘𝚛𝚊 | 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊 ]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें