HEARTBLOOD

Bloodser/ capítulo 2

-Joven, es mi culpa.. déjeme compensarle con algo de mi dinero..

-No, que no necesito de su dinero, oiga, vaya y llévelo a su esposa.

-Bien...entonces...déjeme invitarlo a cenar con nosotros... nos vendría bien...algo de compañía.. ¿si?
El anciano le sonrió a Sam.

-Usted está demente ¿Cómo se le ocurre invitar a un desconocido que acaba de asesinar a 3 sujetos que intentaron robar su dinero? Aparte ¿ya vió que clase de cosa soy?

-Bueno...ya dijiste que no me ibas a matar o quitarme mi dinero.. Si no es por mi dinero ¿Entonces por qué intervino y asesinó a esos sujetos?

-Porque se iban a aprovechar de que es un adulto mayor para quitarle su único medio de vida. No seria justo no hacer nada y nadie iba a hacer nada.

El anciano echó una risa y miró al joven y le dijo:
-¿Ves? Tienes algo bueno en el fondo... no eres del todo malo después de todo... así que vamos, acepta..

-Viejo creo que deberías considerar en quién confías o llevas a tu casa, no voy a aceptar..
Sam se volteó y empezó a caminar, El anciano miró hacia el suelo y soltó unas palabras.
-Es carne de cerdo..

-......

Sam se detuvo e inclinó su cabeza hacía abajo.
-¿Carne de cerdo?
Diez minutos después:
Sam y el anciano llegaron a su casa. Entrando el anciano llamó a su esposa diciéndole que trajo a un invitado muy especial.
-Oh querido, que bien que trajiste a un invitado. Nos hemos sentido muy solos desde que nuestro hijo se fué. ¿Cuál es tu nombre, hijo? Le dijo la anciana.
Sam entrando apenado preguntó:
-Mucho gusto señora, Mi nombre es Dra...Sam ¿Cuál es el suyo?
-Oh es muy lindo ese nombre, Me llamo Margaret y bueno ya conoces a mi esposo, es obvio Jaja. Le sonrió la señora.
Sam apenado y con un brazo en su cabeza, mientras sacudía su cabeza le respondió:
-Sii..jeje, de hecho no conozco el nombre de su marido, todo fué muy rápido y me invitó de inmediato y no sé su nombre.
El anciano interrumpió:
-Cierto,cierto jeje. Se me había olvidado...Me llamo Mario y bueno mientras mi esposa prepara la comida, ven a ayudarme a poner la mesa ¿si?
Inmediatamente, el señor se llevó a Sam rápidamente a otro sitio de la casa.
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Que dije? No dije nada malo. Dijo Sam.
-No,no. Por el momento no haz dicho nada malo, de eso quiero platicarte. No le digas a mi esposa como nos conocimos, miente, si te pregunta. A ella no le molesta los tipos como tú, quiero decir... la gente que tiene habilidades como tú. Dijo el señor.
Sam le sonrió y de una forma cómica le dijo:
-¿Monstruos? ¿Demonios?
-NOO,NO, Por Dios, no quiero decir que sean unos....
Sam le interrumpió:
-Jajaja, Tranquilo viejo, solo estoy jodiendo, no pensaba siquiera decirle como nos conocimos, no soy tonto, tranquilo ¿ok? bueno... aveces si lo soy. Pero ya estoy atento de eso.
El anciano cambió su actitud y bajó su mirada..
-No es eso,chico... mi hijo, nos dejó por lo mismo que tú tienes... dijo que era lo mejor para la familia, mientras buscaba una solución para deshacerse de lo que padecía. Al principio cuando todo esto comenzó, se tomaba esto como una epidemia, un virus... Nuestro hijo se fué a los 18 y ya han pasado 6 años y aún no regresa... no toco este tipo de temas por mi esposa... No odia a los tipos como tú,pero piensa que por culpa de esa cosa que tienen ustedes, alejó a nuestro hijo.. por eso te pido que no hables de eso en frente de ella.
Sam lo miró y trató de poner su mano en el hombro del anciano.
-Aaash... a ver... no soy bueno con estas cosas... también odio esto... yo no pedí convertirme en esto, me quitó una vida normal. Sin embargo e estudiado cada función de mi cuerpo y e tratado de evolucionar y adaptarme a esta nueva vida y aún así.
Sam volteó a ver el cielo nocturno y estrellado.
-Considero que no lo consigo.. solo...quiero...solo quiero...encontrar mi felicidad...tan solo eso..
Volvió a ver al anciano y le mostró una muy pequeña sonrisa.
-No le diré nada a su esposa, prometo que si me pregunta, le diré que lo conocí en el metro.
El anciano le agradeció y se acordó que ahora Sam sería buscado, no solo por una mafia, si no, también por el ALM.
-Cierto chico, acompáñame, te daré algo. Dijo el señor.
Lo llevó a otro cuarto de la casa y empezó a buscar en un armario. Sacó una chaqueta negra, unos tenis tipo bota blancos, un pantalón tipo Jogger con bolsas tipo militar en color café y una camiseta manga corta negra.
-Ten, quiero que te quedes con esto, por lo de que tendrás que cambiar de ropa, era de mi hijo. Pero no creo que se moleste por una ropa que quizás ya no le quede. Puede que la chaqueta si, porque es grande. Pero le darás un mayor uso, a que estén ahí guardada y empolvada.
Sam sorprendido de eso no supo que decir, quería rechazar su forma de agradecerle.
-No...em..no puedo aceptar esto señor.
El anciano le dió un zape en la cabeza.
-Deja de ser tan tímido y acéptalo, es un obsequio y un agradecimiento de mi parte. ¿No te han dicho que rechazar obsequios de buena voluntad es de mala educación?
Sam sobando su cabeza aceptó y el anciano le dijo:
-Si quieres, antes de irte te puedes cambiar, ahorita vamos a comer. Le dijo con una sonrisa.