©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀 𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶

𝐄𝐋𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐇!

— A todo esto — interrumpió Peter —. ¿A donde se supone que debemos ir?

— En la siguiente manzana. Te indicaré cuando estemos cerca — contesto la Vengadora mientras ajustaba sus brazos al cuello de su amigo.

El departamento que Druig había alquilado en la ciudad estaba cerca de la Torre, pero solo ella conocía su ubicación y estaba segura que el Eterno la recibiría sin importar la hora. Claro que la cuestionaría, y al controlador de mentes no habían muchas cosas que se les escapase. El conjunto de departamentos apareció unos minutos después, por lo que Peter comenzó a escalar por la parte trasera, donde Nesryn aseguraba tendría que haber una ventana, pues Druig siempre le enviaba fotos del amanecer desde la parte trasera de su departamento. Si la dichosa ventana estaba abierta tendrían un pase libre.

Lo que no sé espero fue que la ventana estuviera abierta de par en par y las luces encendidas. Peter entró al departamento aún con ella a sus espaldas. El interior era de tonalidades blancas y grises, con los sillones negros y las paredes blancas, una decoración bastante sencilla pero elegante, habían ciertas plantas repartidas por la sala, y en la cocina una tetera se calentaba sobre la estufa. De un pasillo salió Druig, en pijama negra mientras sostenía un libro en mano.

— Los esperaba un poco antes — dijo el Eterno —. Nesryn, ya puedes bajarte del chico Araña.

La joven Vengadora algo aturdida se bajo de Peter mientras arreglaba su cabello, que se había despeinado por el aire. Peter se quitó la máscara y con un ademán de mano saludo a Druig quien lo observó de pies y a cabeza y después le dio un asentimiento de cabeza.

— ¿Sabías que íbamos a venir? — preguntó Nesryn mientras dejaba la mochila en el sillón, abrió esta misma y le extendió un cambio de ropa a Peter quien rápidamente lo tomó —. ¿Y el baño?

— La primera puerta a la izquierda — respondió Druig señalando el pasillo. Peter agradeció con una sonrisa mientras desaparecía por el pasillo y a su vez Nesryn se acercaba para sentarse en la isla de la cocina.

— No me respondiste, Druig.

— No fue mi intención, pero sí, resultaba bastante extraño que el Hombre Araña tuviera una garrapata pegada a la espalda — le dijo a la vez que se acercaba a la estufa y apagaba la tetera —. ¿Café?

— Frío, por favor.
— Como desee mi pequeña Vicus. De cualquier manera, estoy seguro que tu bella visita no es porque quieras verme precisamente. ¿Qué sucede, Nesryn? — la joven Stark observaba a Druig revolver el café y vaciarle unos cuantos hielos al vaso de cristal, se veía bastante raro en pijama, con el cabello desarreglado y unos lentes guardados en el bolsillo delantero de su pijama. Pero este no era momento para apreciarlo, y tampoco de actuar como alguien hormonal.

— Nes — llamó Druig mientras le extendía el vaso con café, ella lo tomó por reflejo y le dio un sorbo.

— Si te dijera que me metí en problemas y que es probablemente que me quieran muerta, ¿cómo reaccionarías?

— No lo sé. Porque no estamos hablando del amigo de un amigo, vi a el chico Araña, está golpeado, y tú... — Druig suspiro —. Me habías dicho que ya te habían golpeado y por eso tu padre te castigo. ¿Es tan grave?

— Sí. Por eso necesito tu ayuda.

— ¿De qué nivel de gravedad estamos hablando?

— ¿Un nivel alto?, no lo sé, primero necesito investigar con Peter. Investigar bien, y después tengo que ir a buscar a algunos de mis viejos enemigos.