-bienvenidos jóvenes Hithek -nos saludó con una enorme sonrisa mi señora favorita en el mundo, me incliné hacia ella y deje muchos besos en su mejilla -sus padres están en casa.

- ¿están? -Preguntó Harry impresionado -eso es un milagro.

- ¿son de la realeza o algo así? -preguntó Auggie mientras tocaba un pequeña lámpara que parecía más costosa que su auto.

-No, mis padres son algo anticuados, la mayoría de estas cosas parece más costosa de lo que en realidad es -explique tranquilamente. Terminando de quitarme los abrigos para sentir el abrazador calor de la calefacción.

-Es hermoso -dijo Raion.

-gracias.

- ¿hijos? -Escuchamos la voz de nuestra madre al final de las escaleras y nos giramos para recibirla -pero que hermosos están.

Ella se acerco y nos dio un ligero abrazo a cada uno, para luego enfocarse en mí.

- ¿estás bien?

<<Esa pregunta había empezado a molestarme>>

-Perfecta -aseguré. Llamé a los chicos para presentarlos uno a uno como era debido y puse notarlos un poco nerviosos ante la seriedad de mi madre.

Todo estuvo bien, incluso mi padre bajo las escaleras volviendo el ambiente más animado y ligero, generando que mi madre se relajara y sonriera con más facilidad. Ambos nos dieron el tiempo para dejar nuestras cosas, ellos en habitaciones de invitados. Y luego volvimos a bajar para una enorme cena de bienvenida. Era divertido verlos intentando mantener el orden y postura por los caracteres serios y disciplinados de mis padres, pero luego de notar la forma en que Harry y yo nos desenvolvíamos con naturalidad, se permitieron ser ellos mismos.

Fui la primera en despedirme y subir a mi habitación, me dolía la cabeza y quería dormirme lo más pronto posible. Mi ánimo se había disuelto lentamente cuando me di cuenta que ya iba a ser media noche, que en unos minutos sería oficialmente mi día más odiado. Subí a habitación y me senté en la cama pasando mis manos por mi cabello con frustración. Odiaba la sensación de miedo y desesperación que llenaba con asco mi cuerpo. No quería sentirme mal pero era muy difícil no hacerlo, se escapaba de mis manos y solo pude acostarme mirando al techo lleno de estrellas ficticias que alumbraban en la oscuridad. No sé con certeza cuanto tiempo pasó, pero estuve por mucho mirando el mismo lugar sin poder dormir, dándole vueltas a mis miedos hasta que alguien toco la puerta de mi habitación.

Era muy tarde, pensé que era Harry o mis padres, así que me puse de pie, encendí la lámpara de noche y fui abrir.

-lo siento, ¿te desperté? -preguntó lentamente, y sonreí.

-No, no puedo dormir -confesé mirándolo atenta, notando que se veía diferente - ¿estabas tomando?

-Tu madre, insistía -asintió -no supe cómo decirle que no, es muy intimidante.

Quise reírme, pero no pude, sabía lo difícil que era decirle que no a esa mujer. Lo ayude tomando su brazo y lo guíe a mi cama, no estaba totalmente borracho, pero aseguraba que debía estar mareado, y pesado.

-se siente asqueroso, ¿Por qué lo hacen? -me pregunto mirándome fijamente a los ojos al sentarme a su lado.

-Es como un motivante, te deja sentirte más libre al principio -intente explicar -te anima a hacer cosas que no harías, te ríes con más facilidad -acaricie su cabello rubio para apartarlo de sus ojos.

-Sí, también puede hacerte perder la cabeza -escupió las palabras casi con demasiado rencor. Tenía los ojos y puños cerrados así que lo hice acostarse dejando su cabeza sobre mis muslos.

Mirando La Lluvia CaerWhere stories live. Discover now