Love Sick [HanKisa]

Capitulo Único

"Hanma..."

Toda la emoción que sintió el nombrado al recibir una llamada de su novio se esfumo al escuchar su voz, ronca, débil, y frágil. Ninguna de esas cosas iba bien con Kisaki, no deseaba que tuvieran que ver con él. Por eso no tuvo que escuchar más cuando ya estaba corriendo a la casa de su amado.

— Eres un idiota dramático –se quejó Kisaki apenas abrió la puerta, observando a Hanma jadeando, y empapado de sudor, con una sonrisa absurda.

Por parte de Hanma, le causaba sentimientos encontrados la escena en frente de él, ver a Kisaki con la nariz, y mejillas rojas, cubierto con una manta desde los hombros hasta los pies, y esas líneas oscuras por una mala noche de sueño debajo de sus ojos; la confusión entre sí debería sentir ternura o preocupación hizo que tardara que reaccionar.

Pero como en todo momento, cuando no sabía exactamente que hacer o decir, solo quedaba una opción: burlarse.

—Ow, Kisaki, ¿acaso hasta un virus es más grande que tú? —un portazo, la puerta cerrándose justo al frente de su cara fue la respuesta del más pequeño. Realmente se lo merecía así que solo pudo reír, y abrir la puerta.

Kisaki lo estaba esperando adentro, lo miró molesto de reojo, y comenzó a caminar siendo esa suficiente señal para que Hanma lo siguiera.

—Como notaras estoy algo... indispuesto, y mis padres no están, así que necesito algo de ayuda.

Hanma se congelo, su cerebro no podía creer esas palabras, un montón de dudas, e inseguridades comenzaron a llenar su cabeza; Shuji nunca había cuidado a nadie, realmente ni siquiera se cuidaba así mismo más allá de sobrevivir y su gusto por los cigarrillos lo delataba, ¿Kisaki realmente sentía que él estaba apto para cuidarlo? ¿Confiaba hasta ese nivel? Porque Hanma daría su vida por Kisaki, mejor dicho, la vida de Hanma está en las manos de Kisaki, sin embargo, incluso por un leve momento, que los papeles de cierta forma se invirtieran era algo difícil de comprender, sentía muchísima más presión de la que había sentido cuando Kisaki lo ponía en situaciones rodeadas de enemigos, ya que ahora era el bienestar de la persona más importante para él de lo que se hablaba.

— ¿Hanma...? –Tetta lo llamó, colocando una mano en su hombro, para sacarlo de sus pensamientos.

La mano de Kisaki estaba caliente, principalmente eso lo ayudo a reaccionar; Hanma de inmediato toco el rostro de Kisaki notando totalmente su temperatura elevada, y lo entendió, o al menos él mismo se convenció de que no importaba si se sentía capaz o no, sino que tenía que volverse capaz porque Kisaki estaba confiando en él.

—Será todo un honor cuidarte, cielito –Hanma contestó burlón, tratando de disimular su anterior acción alarmada; Kisaki refunfuño por el apodo, y volteo el rostro apartándose del toque ajeno.

Shuji sin desanimarse por el usual comportamiento de su chico lo cargo, como un costal de papas sobre su hombro, y subió las escaleras, abriendo con una patada la puerta de la conocida habitación de Kisaki para dejarlo en su cama, finalizando con un gentil beso en su frente.

—Eres un idiota — Tetta se quejó, acurrucándose en su cama.

—Bien... ¿Qué necesitas? ¿Qué quieres que haga? —Hanma preguntó, y de las pocas veces noto que Kisaki no tenía algo que decir, la mirada que le dio era de absoluta confusión, frunciendo su ceño, y entrecerrando los ojos. Kisaki lo había llamado sin ningún plan, sin saber siquiera que haría, solo con la única idea de estar acompañado por él; Hanma no pudo evitar sentirse feliz —¿Has comido algo?

— ¿Hm? No... Mis padres dejaron sopa enlatada en la cocina.

— ¡No se diga más!

Hanma guiñando un ojo, y lanzando un beso de forma cómica salió de la habitación. Bajo hasta la cocina, con una rápida chequeada en la alacena encontró la dichosa sopa, y era un asco, lo sabía por experiencia, era una especie de comida de emergencia en su casa. No quería darle eso a su pareja, o al menos no así; Hanma no tenía mucha experiencia cocinando, pero trato de conectar todas sus neuronas razonables para echar la sopa en una olla, revolverla con algunos condimentos que estaba casi seguro de que lo eran; se distrajo un momento y mientras buscaba en la nevera que más echar, la sopa hirvió, desbordándose en la cocina, teniendo que salir corriendo a apagarla, admirando su desastre. Definitivamente tendría que limpiar antes que a Kisaki se le ocurriera levantarse.