-Esa amiga que me dijo que estaba embarazada ¿era ella? Y más importante ¿ese bebé es de usted?

Yo guardé silencio unos segundos ya no tenía sentido alguno ocultar aquello.

-Si era ella y no sé si ese bebé es mío ya que Rashta también se acostó con el emperador estando en celo

Hubo un largo silencio entre ambos hasta que el príncipe Heinrey decidió hablar.

-Bueno eso explica muchas cosas

El me ofreció la taza de té aunque yo me negué.

-¿Cuándo será su celo?

Pregunto sin siquiera titubear a lo que yo me sorprendí por eso y tarde un poco en responderle.

-Creo que en unos días

Respondí algo nerviosa a lo que el príncipe Heinrey dejo la taza de té en una pequeña mesa y después tomo mis manos para luego colocarlas en su pecho.

-Mi reina está muy deprimida y si sigue así se enfermara.......no quiero eso, se que debo estar molesto con usted pero realmente no puedo estarlo

Heinrey bajo su mirada al suelo mientras apretaba suavemente mis manos.

-Quiero que mi reina utilice mi cuerpo para calmar su celo

Me miró con determinación a los ojos a lo que yo me quedé estática ante esa propuesta.

-Puede ser que yo no sea una mujer ni un Omega pero quiero que mi reina pase su celo con normalidad para que no empeore más

Yo aleje mis manos del pecho del príncipe Heinrey mientras desviaba mi mirada hacia otra parte.

-No puedo hacerlo.......no porque no seas un Omega o una mujer sino porque mi cuerpo le pertenece a alguien más

De nuevo un silencio hubo entre ambos pero el príncipe Heinrey volvió a romperlo.

-Se que si mi reina pero si llega a cambiar de parecer no dude en decírmelo

Dijo en un tono amable mientras me regalaba una leve sonrisa.

Después de aquella conversación ya no vi al príncipe Heinrey debido a que el estaba ocupado con cosas mucho más importantes sobre su reino y sobre la guerra.

-Rashta......

Susurré el nombre de Rashta mientras me recostaba sobre la cama bastante cansada aunque no entendía el porque si nunca hacía nada más que llorar, quizás mi cansancio no era físico sino emocional. Apenas había oscurecido y yo ya estaba muerta del cansancio así que sin mas, me quedé profundamente dormida.

Mientras dormía comencé a recordar la primera vez que hice el amor con Rashta, recordaba su calor, sus gemidos y jadeos, sus expresiones el como me miraba con esos ojos llenos de amor. Todo aquello comenzó hacerme sentir extraña pues mi cuerpo comenzó a calentarse y mi respiración comenzaba acelerarse lo cual me provoco que me despertará pero apenas abrí mis ojos escuché un susurró de una voz conocida.

Era Rashta.

-Rashta......¿dónde estás?

Dije débilmente mientras me sentaba sobre la cama y miraba la habitación vacía.

-Rashta

Mis ojos se llenaron de lágrimas y yo comencé a llorar de forma desconsolada aunque era difícil estar triste pues como mi cuerpo entro en celo era complicado pensar claramente.

-Mi reina aquí traje su cena, discúlpeme si no vine los anteriores días es que estaba ocupado

Dijo el príncipe Heinrey en un tono amable mientras entraba ala habitación.

-¡Mi reina!

Dejó caer la bandeja con la comida mientras se acercaba rápidamente a mi.

-¿Que le sucede mi reina? ¿Porque está llorando?

Se sentó sobre la cama mientras acercaba lentamente su mano hacia mí pero antes de que pudiera tocarme yo golpeé su mano para que no lo hiciera.

-Tienes que irte.......

Dije en un tono serio mientras dirigía mi mirada hacia el rostro del príncipe Heinrey mientras mi respiración se aceleraba cada vez más.

-Mi reina yo no puedo dejarla así déjeme prepararle un baño con agua fr........

Ni siquiera lo deje terminar de hablar cuando me abalance sobre el recostandolo sobre la cama para rápidamente colocarme entre sus piernas.

-¡Tienes que irte!

Le grite eufórica porque sabía que si se quedaba más tiempo conmigo yo iba a cometer una locura.

-Mi reina........usted puede hacer conmigo lo que quiera

Heinrey seco mis lágrimas de forma delicada mientras me sonreía de forma dulce lo que me hizo recordar a Rashta.

-No puedo.......

Cerré con fuerza mis ojos y cuando los abrí para ver a el príncipe Heinrey me lleve la sorpresa de que era Rashta.

-Mi emperatriz sabe que mi cuerpo es todo suyo

Sentí sus delicadas más recorrer mi cintura a lo que yo solté una pequeña risita mientras algunas lágrimas caían sobre mis mejillas.

-Eres una tonta

Aquella ilusión de Rashta se acerco a mi rostro y yo sin dudarlo la bese de forma apasionada mientras comenzaba a desvestirla todo aquello se sentía como el cielo aunque fuera solo una creación de mi inestable mente.

Continuará.

Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu