Capítulo 1

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El heredero Sirius Black respiró hondo. Miró por última vez las ruinas de la cabaña de los Potter en el Valle de Godric antes de aparecerse en la casa de su niñez. Han pasado más de cinco años desde la última vez que pisó el número 12 de Grimmauld Place. Cinco años desde que fue extraoficialmente renegado por su madre. Pero cuando aterrizó en el umbral, la casa era la misma que hace años. Sirius no estaba seguro de que su madre hubiera cambiado las barreras protectoras después de que se escapó para vivir con los Potter a los quince años. Sentía que ahora no estaba seguro de nada.

Tenía 21 años, y Lily y James se habían ido. Se sentía roto. Tan roto que lo único que quería ahora —aparte de que su mejor amigo y Lily volvieran— era la calidez y el consuelo de la magia de la familia Black.

Sus padres tenían razón. Dumbledore era un mentiroso, un manipulador y un asesino. Fue su culpa que Lily y James murieran, y que su dulce ahijado se le fuera arrebatado.

James y Lily se habían ido. Pero Harry estaba vivo. Estaba vivo, pero no con Sirius como se suponía que debía de estarlo.

Sirius tenía los clásicos rasgos de un miembro de la casa Black: la nariz casi aguileña, mandíbula prominente, pómulos cincelados y cabello negro grueso y ondulado. No había duda de quién era su familia, y era tanto una bendición como una maldición a veces. Hace tan solo unos años odiaba que pareciese un Black. Aborrecía verse en el espejo y ver una versión joven de su padre en la agudeza de sus mejillas y el puente de su frente, y ver los agudos ojos de su madre clavados en él. Recuerda cuánto amaba sus ojos grises tormentosos. ¿Pero ahora? Ahora que dos de sus mejores amigos fueron asesinados bajo la orden del mismo hombre por el que le dio la espalda a su familia; ahora que su ahijado —su hijo adoptado por sangre— se le fue arrebatado y ocultado; ahora estaba agradecido de mirarse en el espejo y ver generaciones de la más noble y antigua casa Black mirándolo de vuelta.

Hagrid había demandado a Harry por órdenes de Albus Dumbledore. Conmocionado, Sirius sabía que no podía pelear contra el semi gigante —no sin lastimar a Harry en el fuego cruzado—, así que lo único que pudo hacer fue entregárselo y comenzar a planear como recuperarlo. De forma permanente.

Así que aquí estaba. La antigua oveja blanca de la familia Black estaba lista para suplicar por ayuda de rodillas.

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⏰ Last updated: Mar 26, 2023 ⏰

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La importancia de la casaWhere stories live. Discover now