El secreto de mi linaje©

Capitulo 1

Carolina del Sur.

Heme aquí en el aula, tomando mi último día de clases en la preparatoria  Stenfill. Mi último día en esta tóxica y desagradable preparatoria. Tenía desde que había empezado el último periodo chequeando el reloj incesablemente; las horas parecían no pasar.

Aveces me preguntaba si sería capaz de extrañar algo de este lugar. —mi mirada se fija en la reina de las plásticas—. Nah... no creo que haya algo que pueda extrañar.

*El timbre empieza a sonar.

El sonido magistral de la campana escolar había hecho presencia. Me paré con un aire de libertad sensacional.
Los pasillos de momento se encontraron repletos de alumnos y bullicio, por lo que salí tan rápido como pude.

En el estacionamiento.

La temperatura estaba sumamente caliente. Literalmente corría en busca de mi moto la cual me esperaba como un horno donde sea que estuviera.

A media distancia podía ver como se acercaba aquella chica de menor estatura que yo con sus converse gris que nunca dejaba de usar.

—¡Cindy! —exclamé.

—¿¡Cuándo pensabas decirme que te ibas a Chicago!? —dice dramáticamente, como siempre.

—¡Yaaa! lo siento, no te enojes. Claro que te lo iba a decir, no me iba a ir sin despedirme de ti.

—Bueno... ¿y cuando te vas?

—Mañana en la mañana. Serán 3 horas o más, sin contar el viaje en carro, odio viajar en autos —solo de pensarlo me agotaba.

—Bueno... espero que te vaya bien en tu viaje, te voy a extrañar mucho. —me abraza fuertemente.

—Oye esto está muy caliente —se separó un poco brusco—, y no quiero tener que irme en un horno de dos ruedas.

—Sí, es cierto —sonríe—. Entonces, suerte.

La seguí con mi mirada mientras se iba para luego correr hacia mi moto.
Subo a mi moto rezando poder soportar el caliente del asiento.

Al llegar a casa todo se encontraba en silencio, como un vacío eterno. Algo completamente normal.
Mis padres siempre estaban ocupados, y creo que esta vez todos tendríamos que lidiar con nuestros propios problemas.

Me dirijo hacia mi habitación.
Al estar allí, tiro mi mochila hacia la izquierda y me tiro en la cama.

Algo chilla.

Me levanto y miro aquel bulto envuelto entre las sábanas.
Me acerco lentamente y las jalo de un tirón.

—¿Qué haces ahi ehh? —Scottie movía el rabo con cara de somnolencia. Empiezo acariciarlo y sale huyendo.— ¡ay pero pero que odioso!

Dejo a Scottie y me decido en irme a dar un baño. Hoy daría el ultimo paseo en donde habia vivido toda mi vida.

Luego de tomar una ducha, y haberme cambiado. Voy a la cocina a tomar una funda de galletas de chocolate para llevar y las entro en mi bolso. Hoy sería el adiós al pasado y el hola a una oportunidad, así le quería llamar.